Ha caído sobre Madrid, en forma de estado de alarma, la pataleta autoritaria de un narcisista, irritado por un fallo judicial que el jueves pasado dejó en evidencia la insólita chapuza jurídica del Gobierno que preside y cegado por su obsesiva animosidad contra esta Comunidad Autónoma y su capital, que es la de España.
Se les ha dicho por activa y por pasiva. La oposición puso sus escaños en el Congreso y el Senado a disposición para asegurar un rápido procedimiento parlamentario de lo que proponía como un plan B jurídico que permitiera instrumentos legales más adecuados y flexibles para hacer frente a la pandemia sin tener que acudir al extremo del estado de alarma. La vicepresidenta Carmen Calvo, muleta en mano para torear al Congreso, dijo que el Gobierno se pondría a ello y Ciudadanos debió creérselo porque justificó su apoyo al Gobierno en las últimas prórrogas del estado de alarma en que, efectivamente, habría plan B. Nada de eso.
A lo largo de más de dos décadas, Madrid –capital y comunidad– ha consolidado una realidad política, económica, social y cultural que exaspera por igual a la izquierda y a los nacionalistas. A estos últimos porque Madrid ha emergido hacia una posición de vanguardia cuando creían que el Estado autonómico haría de Madrid la perdedora del proceso de descentralización política. A la izquierda le exaspera que Madrid se haya resistido a sus periódicos acosos, que haya demostrado los beneficios de una fiscalidad moderada, una actitud favorable al emprendimiento, un entorno libre de imposiciones identitarias que atrae talento y dinamismo empresarial y cultural.
Los días 6 y 7 de septiembre de 2017 el nacionalismo catalán se atrevió a activar la liquidación de la democracia en Cataluña para sustituirla por un sistema populista autoritario. La oposición democrática ganó la batalla de las ideas y quedó demostrado que la Cataluña silenciosa y silenciada alzaba la voz para defender la libertad y la democracia. Cualquier proyecto alternativo al nacionalismo en Cataluña deberá recuperar el espíritu de aquellos días porque el proceso separatista no ha muerto, ha mutado y se volverán a atrever. Se están preparando para ello. Para que no ocurra, lo primero ineludible será reconocer la amenaza y empezar a trabajar en ella y evitar así que otro nuevo desafío nos pille desprevenidos.
En esta crisis hemos recorrido un camino que no debemos perder y hemos de dedicar esfuerzo y tiempo para asistir a una nueva etapa en la que se combine digitalización con presencialidad. La tecnología ha de ser complementaria, no subsidiaria. Es momento también de que las Universidades tengan autonomía, siempre que haya, por supuesto, rendición de cuentas. Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado hoy la viceconsejera de Política Educativa de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert, y el profesor asociado de Pedagogía de la Universidad de Valladolid Jaime Foces en esta sesión de Diálogos FAES sobre la educación antes y después de la pandemia.
La undécima edición del Observatorio Económico FAES se celebró en el Colegio Mayor San Pablo CEU, de Madrid, el pasado 7 de noviembre de 2007. Juan Velarde, premio Príncipe de Asturias y presidente del Observatorio, efectuó un balance de la actividad de análisis de la economía española realizada por el Observatorio en sus treinta meses de vida. Luis de Guindos, presidente de Lehman Brothers para España y Portugal, habló sobre las perspectivas económicas mundiales. Fernando Fernández, Rector de la Universidad Antonio de Nebrija, analizó la economía española y sus perspectivas para 2008, año en el que pronosticó un crecimiento económico no superior al 2,7%. Joaquín Trigo, Director Ejecutivo de Fomento del Trabajo Nacional, explicó la situación y perspectivas de empresas y familias. Al inicio de la sesión, Jaime García-Legaz, Secretario General de FAES, cedió el testigo como secretario del Observatorio a Fernando Navarrete, nuevo Director de Economía y Políticas Públicas de la Fundación.
El Impuesto sobre el Patrimonio es una figura impositiva obsoleta, desterrada de los sistemas tributarios del mundo desarrollado, pero que subsiste anacrónicamente en España. Este impuesto desincentiva el ahorro al imponer una doble tributación a las rentas ahorradas. Quien obtiene una renta paga el IRPF; si ahorra una parte de la renta, esta renta ahorrada tributa de nuevo cada año a través del Impuesto sobre el Patrimonio. El desincentivo a ahorrar es evidente y preocupante en un país con un déficit de ahorro neto del 10% del PIB. El Impuesto sobre el Patrimonio es también contrario a la equidad, porque recae esencialmente sobre los ciudadanos de rentas medias. Los titulares de grandes patrimonios disponen de instrumentos legales que permiten eludir el Impuesto sobre el Patrimonio, instrumentos que han sido además incentivados fiscalmente por el actual Ejecutivo. Finalmente, el impuesto es contrario a la eficiencia: castiga el fruto del esfuerzo laboral y empresarial, haciendo menos atractivo trabajar, ahorrar y asumir riesgos. La pervivencia en España del Impuesto sobre el Patrimonio, que se introdujo en el año 1977 con carácter excepcional y transitorio como mecanismo de control para el IRPF, es ya una anomalía entre los sistemas fiscales europeos. El creciente consenso académico, político y ciudadano acerca de la conveniencia de su eliminación y los primeros pasos dados por la Comunidad de Madrid en este sentido abren la puerta a su pronta eliminación en toda España.
10.13.2020. Ha caído sobre Madrid, en forma de estado de alarma, la pataleta autoritaria de un narcisista, irritado por un fallo judicial que el jueves pasado dejó en evidencia la insólita chapuza jurídica del Gobierno que preside y cegado por su obsesiva animosidad contra esta Comunidad Autónoma y su capital, que es la de España.
10.09.2020. Se les ha dicho por activa y por pasiva. La oposición puso sus escaños en el Congreso y el Senado a disposición para asegurar un rápido procedimiento parlamentario de lo que proponía como un plan B jurídico que permitiera instrumentos legales más adecuados y flexibles para hacer frente a la pandemia sin tener que acudir al extremo del estado de alarma. La vicepresidenta Carmen Calvo, muleta en mano para torear al Congreso, dijo que el Gobierno se pondría a ello y Ciudadanos debió creérselo porque justificó su apoyo al Gobierno en las últimas prórrogas del estado de alarma en que, efectivamente, habría plan B. Nada de eso.
09.29.2020. A lo largo de más de dos décadas, Madrid –capital y comunidad– ha consolidado una realidad política, económica, social y cultural que exaspera por igual a la izquierda y a los nacionalistas. A estos últimos porque Madrid ha emergido hacia una posición de vanguardia cuando creían que el Estado autonómico haría de Madrid la perdedora del proceso de descentralización política. A la izquierda le exaspera que Madrid se haya resistido a sus periódicos acosos, que haya demostrado los beneficios de una fiscalidad moderada, una actitud favorable al emprendimiento, un entorno libre de imposiciones identitarias que atrae talento y dinamismo empresarial y cultural.
09.10.2020. Los días 6 y 7 de septiembre de 2017 el nacionalismo catalán se atrevió a activar la liquidación de la democracia en Cataluña para sustituirla por un sistema populista autoritario. La oposición democrática ganó la batalla de las ideas y quedó demostrado que la Cataluña silenciosa y silenciada alzaba la voz para defender la libertad y la democracia. Cualquier proyecto alternativo al nacionalismo en Cataluña deberá recuperar el espíritu de aquellos días porque el proceso separatista no ha muerto, ha mutado y se volverán a atrever. Se están preparando para ello. Para que no ocurra, lo primero ineludible será reconocer la amenaza y empezar a trabajar en ella y evitar así que otro nuevo desafío nos pille desprevenidos.
06.23.2020. En esta crisis hemos recorrido un camino que no debemos perder y hemos de dedicar esfuerzo y tiempo para asistir a una nueva etapa en la que se combine digitalización con presencialidad. La tecnología ha de ser complementaria, no subsidiaria. Es momento también de que las Universidades tengan autonomía, siempre que haya, por supuesto, rendición de cuentas. Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado hoy la viceconsejera de Política Educativa de la Comunidad de Madrid, Rocío Albert, y el profesor asociado de Pedagogía de la Universidad de Valladolid Jaime Foces en esta sesión de Diálogos FAES sobre la educación antes y después de la pandemia.

12.05.2007. La undécima edición del Observatorio Económico FAES se celebró en el Colegio Mayor San Pablo CEU, de Madrid, el pasado 7 de noviembre de 2007. Juan Velarde, premio Príncipe de Asturias y presidente del Observatorio, efectuó un balance de la actividad de análisis de la economía española realizada por el Observatorio en sus treinta meses de vida. Luis de Guindos, presidente de Lehman Brothers para España y Portugal, habló sobre las perspectivas económicas mundiales. Fernando Fernández, Rector de la Universidad Antonio de Nebrija, analizó la economía española y sus perspectivas para 2008, año en el que pronosticó un crecimiento económico no superior al 2,7%. Joaquín Trigo, Director Ejecutivo de Fomento del Trabajo Nacional, explicó la situación y perspectivas de empre...

12.01.2007. El Impuesto sobre el Patrimonio es una figura impositiva obsoleta, desterrada de los sistemas tributarios del mundo desarrollado, pero que subsiste anacrónicamente en España. Este impuesto desincentiva el ahorro al imponer una doble tributación a las rentas ahorradas. Quien obtiene una renta paga el IRPF; si ahorra una parte de la renta, esta renta ahorrada tributa de nuevo cada año a través del Impuesto sobre el Patrimonio. El desincentivo a ahorrar es evidente y preocupante en un país con un déficit de ahorro neto del 10% del PIB. El Impuesto sobre el Patrimonio es también contrario a la equidad, porque recae esencialmente sobre los ciudadanos de rentas medias. Los titulares de grandes patrimonios disponen de instrumentos legales que permiten eludir el Impuesto sobre el Patrim...