Los residentes de Irlanda del Norte deberán votar, en algún momento del año que viene, sobre una de las cuestiones más importantes para estas islas, y desde luego para todas las naciones de Europa: si el Reino Unido permanecerá en la Unión Europea o si la abandonará.
“Vote Leave (take control)” ha derrotado a “Britain Stronger in Europe”. Con una participación del 72,16%, el Brexit (52 vs. 48%) ha culminado con éxito un debate que se ha extendido durante las últimas décadas en Reino Unido, pero que no puede decirse que haya concluido. Se inaugura un periodo de incertidumbre política, económica y social en Europa.
Este papeles muestra los pros y contras para el Reino Unido y el resto de la UE del denominado “Brexit”. El autor mantiene que el Reino Unido nunca ha considerado el ?proyecto europeo? como un sustituto del Estado nación. En este sentido, cree que el resultado de un hipotético “abandono” no estaría prefijado ya que, aunque a corto plazo abriría un periodo de incertidumbre institucional, su viabilidad final dependería de las subsiguientes negociaciones diplomáticas que se establecerían con la UE para la exportación de sus productos y servicios, y sobre todo del grado de apertura de la economía británica al mundo.
14.10.2015. Los residentes de Irlanda del Norte deberán votar, en algún momento del año que viene, sobre una de las cuestiones más importantes para estas islas, y desde luego para todas las naciones de Europa: si el Reino Unido permanecerá en la Unión Europea o si la abandonará.

24.06.2016. “Vote Leave (take control)” ha derrotado a “Britain Stronger in Europe”. Con una participación del 72,16%, el Brexit (52 vs. 48%) ha culminado con éxito un debate que se ha extendido durante las últimas décadas en Reino Unido, pero que no puede decirse que haya concluido. Se inaugura un periodo de incertidumbre política, económica y social en Europa.

14.03.2016. Este papeles muestra los pros y contras para el Reino Unido y el resto de la UE del denominado “Brexit”. El autor mantiene que el Reino Unido nunca ha considerado el ?proyecto europeo? como un sustituto del Estado nación. En este sentido, cree que el resultado de un hipotético “abandono” no estaría prefijado ya que, aunque a corto plazo abriría un periodo de incertidumbre institucional, su viabilidad final dependería de las subsiguientes negociaciones diplomáticas que se establecerían con la UE para la exportación de sus productos y servicios, y sobre todo del grado de apertura de la economía británica al mundo.