A menos que se produzca un cambio de tendencia inesperado durante la campaña electoral, todo parece indicar que, de nuevo, en el próximo Parlamento británico ni conservadores ni laboristas contarán con mayoría suficiente como para poder gobernar solos. Los dos grandes partidos continúan empatados en las encuestas (en torno a un 35% de intención de voto cada uno) sin que ninguno de ellos haya logrado destacarse sobre el otro en los últimos meses. Normalmente, y dadas las características del sistema electoral británico, el partido ganador debería tener una ventaja de dos dígitos sobre el segundo para hacerse con la necesaria mayoría absoluta.
Hace pocos días, Lord Smith of Kelvin presentó el informe que se le había solicitado tras el histórico referéndum celebrado el 18 de septiembre en Escocia. Algo más del 52% de la población escocesa votó contra la independencia, pero lo hizo tras escuchar el compromiso de incrementar el nivel de autogobierno del Parlamento escocés asumido por los tres principales partidos del Reino Unido. El informe de la Comisión Smith pretende dar respuesta a esa promesa y está suscrito por los cinco principales partidos escoceses: nacionalistas, laboristas, conservadores, liberal demócratas y verdes. Su contenido no puede resultar novedoso para ningún lector español y, en muchos aspectos, queda lejos de las competencias ya asumidas por nuestras Comunidades Autónomas.
Una vez celebrado el referéndum sobre la independencia de Escocia y salvada la Unión política británica, los partidos del Reino Unido se han volcado en la preparación de las próximas elecciones generales de mayo de 2015.
/10.10.14/.- La revista Cuadernos de Pensamiento Político, editada por la Fundación FAES y dirigida por su secretario general, Javier Zarzalejos, publica este mes su número 44. En la nota editorial, FAES aboga por “reafirmar el valor de la democracia representativa”, entre otras cuestiones, “para enfrentar las tentaciones populista, buenista y nacionalista”.
El reciente referéndum celebrado en Escocia ha vuelto a dar gran actualidad en el Reino Unido a una ya antigua polémica que surgió hace unas décadas en el Parlamento británico: la West Lothian Question. Ello parece venir provocado por los renovados deseos de los ingleses de reordenar algunas viejas cuestiones que habían quedado sin una respuesta clara al amparo de la devolution y, específicamente, en las relaciones entre el Parlamento británico y Escocia.
La decisión de Juan José Ibarretxe, presidente del Gobierno vasco, de promover un referéndum ilegal el 25 de octubre del próximo año debería servir, al menos, para devolver a la realidad a todos los que han querido vivir instalados en la alucinación buenista, encabezados por el presidente del Gobierno de la nación, José Luis Rodríguez Zapatero. Y esa realidad, que cualquier Gobierno responsable debería afrontar, es la de una crisis institucional y de la estructura territorial del Estado sin precedentes en la trayectoria democrática de España. Una crisis que no sólo afecta al funcionamiento del Estado, sino que tiene como primera víctima a la propia legitimidad democrática del régimen constitucional.
Adolfo Suárez, primer presidente del Gobierno de la democracia, rodeado del Grupo Parlamentario de la UCD el día en la que el Congreso de los Diputados aprobó la Constitución de 1978. El texto del proyecto fue aprobado por 326 votos a favor, seis en contra y 13 abstenciones. Y fue ratificado por los españoles en referéndum el 6 de diciembre de ese año. En la foto, rodean a Adolfo Suárez (en primer plano y de izquierda a derecha) Salvador Sánchez Terán, Juan Antonio García Díez, Íñigo Cavero, Agustín Rodríguez Sahagún, Joaquín Garrigues Walker (agachado), Gabriel Cisneros, Ignacio Camuñas y Manuel Clavero.
Extracto de la rueda de prensa sobre el referéndum venezolano
05.03.2015. A menos que se produzca un cambio de tendencia inesperado durante la campaña electoral, todo parece indicar que, de nuevo, en el próximo Parlamento británico ni conservadores ni laboristas contarán con mayoría suficiente como para poder gobernar solos. Los dos grandes partidos continúan empatados en las encuestas (en torno a un 35% de intención de voto cada uno) sin que ninguno de ellos haya logrado destacarse sobre el otro en los últimos meses. Normalmente, y dadas las características del sistema electoral británico, el partido ganador debería tener una ventaja de dos dígitos sobre el segundo para hacerse con la necesaria mayoría absoluta.
10.12.2014. Hace pocos días, Lord Smith of Kelvin presentó el informe que se le había solicitado tras el histórico referéndum celebrado el 18 de septiembre en Escocia. Algo más del 52% de la población escocesa votó contra la independencia, pero lo hizo tras escuchar el compromiso de incrementar el nivel de autogobierno del Parlamento escocés asumido por los tres principales partidos del Reino Unido. El informe de la Comisión Smith pretende dar respuesta a esa promesa y está suscrito por los cinco principales partidos escoceses: nacionalistas, laboristas, conservadores, liberal demócratas y verdes. Su contenido no puede resultar novedoso para ningún lector español y, en muchos aspectos, queda lejos de las competencias ya asumidas por nuestras Comunidades Autónomas.
10.10.2014. Una vez celebrado el referéndum sobre la independencia de Escocia y salvada la Unión política británica, los partidos del Reino Unido se han volcado en la preparación de las próximas elecciones generales de mayo de 2015.
10.10.2014. La revista Cuadernos de Pensamiento Político, editada por la Fundación FAES y dirigida por su secretario general, Javier Zarzalejos, publica este mes su número 44. En la nota editorial, FAES aboga por “reafirmar el valor de la democracia representativa”, entre otras cuestiones, “para enfrentar las tentaciones populista, buenista y nacionalista”.
07.10.2014. El reciente referéndum celebrado en Escocia ha vuelto a dar gran actualidad en el Reino Unido a una ya antigua polémica que surgió hace unas décadas en el Parlamento británico: la West Lothian Question. Ello parece venir provocado por los renovados deseos de los ingleses de reordenar algunas viejas cuestiones que habían quedado sin una respuesta clara al amparo de la devolution y, específicamente, en las relaciones entre el Parlamento británico y Escocia.

01.10.2007. La decisión de Juan José Ibarretxe, presidente del Gobierno vasco, de promover un referéndum ilegal el 25 de octubre del próximo año debería servir, al menos, para devolver a la realidad a todos los que han querido vivir instalados en la alucinación buenista, encabezados por el presidente del Gobierno de la nación, José Luis Rodríguez Zapatero. Y esa realidad, que cualquier Gobierno responsable debería afrontar, es la de una crisis institucional y de la estructura territorial del Estado sin precedentes en la trayectoria democrática de España. Una crisis que no sólo afecta al funcionamiento del Estado, sino que tiene como primera víctima a la propia legitimidad democrática del régimen constitucional.

01.06.2007. Adolfo Suárez, primer presidente del Gobierno de la democracia, rodeado del Grupo Parlamentario de la UCD el día en la que el Congreso de los Diputados aprobó la Constitución de 1978. El texto del proyecto fue aprobado por 326 votos a favor, seis en contra y 13 abstenciones. Y fue ratificado por los españoles en referéndum el 6 de diciembre de ese año. En la foto, rodean a Adolfo Suárez (en primer plano y de izquierda a derecha) Salvador Sánchez Terán, Juan Antonio García Díez, Íñigo Cavero, Agustín Rodríguez Sahagún, Joaquín Garrigues Walker (agachado), Gabriel Cisneros, Ignacio Camuñas y Manuel Clavero.