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El poder judicial: el eslabón más débil de la democracia liberal

Los jueces están para ayudar a proteger los derechos y las libertades individuales. Esto parece obvio. Lo que no es tan obvio es la inevitable influencia de la política en el poder judicial. Los sistemas judiciales deben percibirse como independientes. El sistema judicial es el más débil de los tres poderes y, como tal, suele ser incapaz de defenderse de una embestida del legislativo o del ejecutivo. Las reformas institucionales deberían consensuarlas al menos los dos principales partidos del sistema. Es fundamental que los políticos no cambien las reglas del juego a mitad del partido.