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Veinte años después de la masacre todavía podemos lamentar que lo polémico prime sobre lo institucional; el espíritu de división sobre la concordia; la manipulación mendaz sobre la crítica rigurosa. A esa conclusión llegamos tras semanas de ‘calentamiento’ en ciertas terminales mediáticas de la izquierda. 

La masacre de marzo de 2004 tensionó al máximo nuestra convivencia democrática. 193 personas murieron brutalmente asesinadas y más de mil quinientas resultaron heridas. Todas ellas deben ocupar un lugar central en cualquier reflexión que aspire a deducir de esa enorme tragedia alguna lección. La primera, para nosotros, es que las víctimas no deben ser olvidadas.

Portugal y España son dos países que comparten la misma posición geopolítica y también historias paralelas. Eso hace que el conocimiento mutuo sea una fuente de información que debiera ser valorada desde ambos países, porque de las experiencias de uno tiene mucho que aprender el otro. Lamentablemente, como en el siglo pasado, parece que conocerse a uno mismo estudiando al vecino tiene poca audiencia tanto en España como en Portugal. Es por ello que vale la pena insistir en atender a lo que está en juego en las próximas elecciones legislativas portuguesas del 10 de marzo de 2024.

Los españoles queremos seguir siendo libres. Queremos seguir siendo gobernados por leyes justas e iguales para todos; no por el capricho o la conveniencia de nadie. España no tiene dueño, porque es propiedad de todos los españoles. Y lo seguirá siendo. El Gobierno debe retirar una proposición de ley que avergüenza el más básico sentido nacional, romper los compromisos vergonzosos que le han garantizado la investidura y dar la palabra, acto seguido, al pueblo español.

El autor considera que la democracia emprende una deriva iliberal cuando en sus decisiones no promueve el interés general y se sustrae a la opinión pública la posibilidad de manifestarse ante una proposición de ley de amnistía que refunda el sistema jurídico-político y debilita los fundamentos del Estado democrático de derecho.

Este número 81 de la revista dedica sus páginas a cuestiones de actualidad como la ley de Amnistía, la situación económica de nuestro país, el sistema electoral español, el conflicto de Israel contra el terrorismo, y el concepto de democracia liberal, entre otros asuntos. Entre los articulistas figuran, entre otros, Javier Zarzalejos, José J.Jiménez Sánchez, Vicente de la Quintana, Roberto Villa, Giuseppe Bedeschi, Lourdes López Nieto, Alberto Priego o Pablo Sanz Bayón. En esta ocasión la sección Cuadernos de Cultura la conforman dos textos de Antonio Rubio y Plo y de Eric Clifford Graf, respectivamente.