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Su gran pasión y su contribución más importante fue el análisis de la crisis de la Monarquía de la Restauración. A él debemos una explicación del fracaso de la democratización antes de la guerra civil muy alejada de los tópicos habituales y centrada en el valor de la política como actividad autónoma. Él nos enseñó que la democracia necesita partidos bien organizados que movilicen e incentiven la competencia. Que la democracia no se instaura, sino que se construye. Él nos contó por qué la izquierda obrera fracasó rotundamente como polo de libertad en la España del siglo XX. También por qué esto se ha ocultado, contándonos en su lugar una falsa historia del fracaso del liberalismo y de la nación española.

Luis Arranz fue pionero en poner el caso español en perspectiva comparada. Todos sus discípulos aprendimos con él a pensar España dentro de Europa. Sólo tuvo dos doctorandos, pero fue un maestro para muchos otros. Las páginas de Cuadernos de Pensamiento Político, las de la anterior Revista de Libros y las de tantas otras revistas y algún periódico de los años noventa tuvieron la suerte de contar con sus ensayos. Escribió además sobre la historia del socialismo español, el liberalismo, los partidos políticos, los grandes líderes de la Restauración (Cánovas, Silvela, Dato), pero también de historia de las ideas y de historia política europea. Si todavía no lo han leído, léanlo. Lo agradecerán.

La Fundación FAES publica estos días el número 83 de Cuadernos FAES de Pensamiento Político, una revista de referencia para el debate público en nuestro país. La nota editorial denuncia el “deterioro institucional en que vive sumida nuestra democracia” y la “desfachatez con que una mayoría ajustadísima en el Congreso dispone a su antojo de equilibrios constitucionales, leyes básicas y hasta del futuro político de la nación” supeditando “la coherencia a la conveniencia” y fiando “todo al acuerdo con fuerzas abiertamente separatistas”.

Hay que agradecer a Vox y a su ruptura con el Partido Popular en los gobiernos autonómicos dos cosas muy esclarecedoras. La primera es la confirmación de que para Vox el adversario es el PP. Muchos lo sabíamos desde mucho antes. Ahora Vox ya no hay duda. La segunda es la confirmación también de que Vox no quiere ser alternativa al sanchismo porque ni quiere ver triunfar al PP ni quiere dejar que con Sánchez se vaya su modo de vida.

Un análisis de especial interés en un momento muy complicado para Francia, después de las elecciones parlamentarias en ese país, con una agenda difícil de mantener. Para toda Europa es muy importante que Francia funcione bien.

Desde hace bastantes años, cuando se recuerda el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, resulta tristemente tópico acompañar el doliente homenaje a su memoria con un lamento adicional: el de su olvido entre los jóvenes de hoy. Un olvido “sospechoso”, se diría, en una época y un país tan dedicados a la fabricación política de recuerdos históricos. Y ciertamente resulta extraña la desproporción entre la plétora de la “memoria democrática” y el anémico recuerdo, rutinariamente ritualizado, con que se despacha la memoria de las víctimas del terrorismo etarra. La memoria y el olvido se dosifican en España desde el poder a conveniencia: se incentiva un olvido que preserve alianzas incalificables y se promociona una memoria que haga más espeso el “muro” entre españoles.

Pezeshkian ha concurrido a las elecciones beneficiado por la imagen de moderado que ha querido cultivar. Es cierto que, comparado con Raisi, casi cualquier candidato podía parecer moderado, pero no hay que engañarse sobre lo que puede significar “moderación” en el contexto de un sistema de opresión fanatizado y empobrecedor para el pueblo iraní. El ganador es un hombre del régimen que nunca lo ha cuestionado. Su aparente moderación en las formas puede ser funcional para que los ayatolás puedan agitar un señuelo de evolución del régimen hacia formas más soportables. Pero será eso, un señuelo.

Las convulsiones del Brexit han transformado a los tories de un partido de centroderecha en una amalgama inestable de populistas de derecha, radicales e hiper-libertarios. Tiene por delante una inmensa tarea reconstructora: pensar en los votantes que quiera atraer de nuevo, en los ejes políticos de esta nueva etapa y en una oferta que deberá renovarse, acompañada de actitudes ejemplares, para poder volver a ser una referencia insoslayable y creíble para el futuro del Reino Unido.

El pueblo de Monells, situado en el Baix Empordà, en la provincia de Gerona, posee una de las plazas porticadas más bellas del mundo. A esa plaza Mayor rectangular, con casas porticadas, de origen medieval; a ese Monells en donde destacan también la plaza del Oli y la bonita calle de los Arcos, así como la iglesia de San Genís del siglo XI, llevó Josep Piqué a su esposa Gloria Lomana el año 2008. Para que conociera y sintiera Cataluña como él la sentía. Lo cuenta la propia Gloria Lomana en su brillante y emotiva intervención en la entrega del XII Premio FAES de la Libertad a Josep Piqué a título póstumo. Josep Piqué, sin duda uno de los grandes de la política española de las últimas décadas.