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Un dato más contra las trampas: apelar a la Convención de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas en el debate sobre la protección de menores no acompañados es correcto, es bueno. Pero esa Convención, entre otras cosas que señalan claramente hacia el mismo punto, dice esto: Los Estados parte de la Convención…teniendo presente que, como se indica en la Declaración de los Derechos del Niño, «el niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especiales, incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento»… Han convenido lo siguiente:... En España esto entró en vigor el 5 de enero de 1991, con la dignidad y la fuerza jurídica, activa y pasiva, que le son propias. Todo un regalo de Reyes que alguna vez habrá que abrir.

Las infraestructuras son un determinante clave del crecimiento y el desarrollo de las economías y son básicas para la cohesión territorial y social a largo plazo. Su construcción impulsa la productividad, el consumo y la creación de empleo, contribuyendo, en última instancia, a la competitividad de la economía.

El desplome del régimen sirio y la fuga de Bashar el-Assad suponen un serio revés a la estrategia rusa en la región, que desde 2015 se apoyaba en Damasco para apuntalar su influencia en la zona. No han pasado ni veinticuatro horas desde que una portavoz de la diplomacia rusa enfatizara el pasado viernes –inaugurando un monumento al zar Alejandro I– que Rusia lograría “una victoria histórica en todos los frentes”. Dos días después, uno de ellos, el sirio, se derrumbaba de forma total.

Los expertos han abordado los desafíos políticos, militares y estratégicos del conflicto en Ucrania, enmarcados en la relación transatlántica. Smith ha destacado que nos encontramos en un punto de inflexión, influido por las elecciones en EE. UU. y la nueva administración Trump, que ha prometido resolver el conflicto en colaboración con Putin. Pascual de la Parte ha añadido que el escenario político se encamina hacia una negociación de paz, que requerirá un alto el fuego inicial y decisiones sobre la neutralidad de Ucrania, su posible entrada a la OTAN y la presencia de tropas internacionales. Ambos han coincidido en que el conflicto está en una fase de transición crítica, marcada por la necesidad de renovar estrategias y avanzar hacia una resolución negociada.

Romper el tablero es el título de la Nota Editorial de este número 84 de Cuadernos FAES en la que se denuncia que los enemigos de la democracia liberal, tanto fuera como dentro de nuestras fronteras, parecen empeñarse en no respetar las reglas más elementales del juego político democrático.

Se repara poco en el acuerdo que PSOE y PNV suscribieron en noviembre del pasado año para que Sánchez pudiera contar con los cinco votos jeltzales del Congreso y poder ser investido. Y eso que está documentado, a diferencia del suscrito con Bildu-Batasuna, tan notorio en sus efectos como invisible en su literalidad: durante el proceso de paz se estrecharon tantos lazos que, desde entonces, los socialistas usan tinta simpática para convenir con los herederos políticos de ETA.

No puede derogarse el PHN, el plan más ambicioso de obra pública en mucho tiempo y luego darse aires hablando de potenciar “servicios públicos”. Es siempre el mismo error de concepto. El ideal no es sobredimensionar permanentemente el Estado alegando la urgencia de atender daños sobrevenidos; lo prudente, ahora y siempre, será anticiparse a contingencias desastrosas para evitar o atenuar sus resultados. Siempre será menos oneroso invertir en presas que indemnizar riadas. Menos oneroso no solo para las haciendas sino, sobre todo, para las vidas humanas. Son unas cuantas las lecciones que aprender y hay que tener autoridad moral para impartirlas.

Este es el momento de la responsabilidad solidaria de todos. En primer lugar, del Estado en todos sus niveles político-administrativos. Gobierno central, Comunidades Autónomas y entidades provinciales y locales deben trabajar juntos, coordinadamente, para que ningún esfuerzo, en la hora de la reconstrucción y del resarcimiento de los damnificados, se dilapide. Y también es la hora de la sociedad civil: ayudar a las víctimas de una catástrofe natural es una causa que no cede en autenticidad a ninguna otra; este es un voluntariado que engrana con lo más auténtico que enfrenta la condición humana: la consumación de una tragedia real.

La OTAN y la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión Europea (PCSD) son, y seguirán siendo, multiplicadores de la capacidad individual de los Estados a la hora de afrontar los riesgos y amenazas actuales, pero para que el modelo de seguridad compartida sea eficaz en el entorno geopolítico actual es necesario rediseñar ambos instrumentos, reforzar los compromisos individuales y colectivos en ambas organizaciones, ser conscientes de nuestras debilidades y promover una cultura de defensa y seguridad acorde a los tiempos que estamos viviendo.

José María Aznar ha reflexionado en un acto sobre liderazgo y ha repasado las etapas de gobierno que encabezó desde 1996 hasta 2004. En su intervención, Aznar ha mostrado su preocupación por el momento actual que vive España: “Ahora no estamos ante un callejón sin salida, sino ante el abismo institucional y social donde nos querían poner”. “Los Gobiernos que tuve el honor de presidir buscaron fortalecer el país, sus instituciones, sus familias, su influencia en Europa y en el mundo; y debilitar a los enemigos de España. Y lo hicimos”, ha remarcado. “Hoy, esos enemigos de la España constitucional tienen al Gobierno con una rodilla en tierra y la otra temblando; y el Gobierno tiene al socialismo con las dos rodillas en tierra y los brazos en cruz. Así nos quiere a todos”, ha lamentado el expresidente.