La longevidad es un fenómeno estructural que nos acompaña a las sociedades avanzadas y también a las no avanzadas y que interpela a importantes esferas de nuestra vida social y económica. España no termina de ser consciente de las implicaciones que tiene. De hecho, otros debates que sí están sobre la mesa como el de las pensiones han eclipsado –también en el ámbito de la reflexión política– el asunto de la longevidad. Ahora, la creciente longevidad implica importantes adaptaciones en nuestros sistemas económicos y sociales que habría que abordar sin más dilación. A tal efecto, la Fundación FAES acaba de publicar Debates sobre longevidad más allá de las pensiones, un informe que recoge las reflexiones de académicos y reconocidos expertos que examinan de manera amplia y rigurosa la longevidad y sus implicaciones económicas, jurídico-institucionales y sociales en España.
La fundación tiene previsto celebrar un ciclo de Diálogos FAES online en los que abordará los distintos aspectos analizados en este Informe. El primer evento virtual será mañana jueves, día 28, a las 18:00 horas y con la participación de Miguel Marín, coordinador del documento, Alfonso Cuenca, letrado de las Cortes Generales, José Antonio Herce, socio fundador de Longevity & Retirement Income Solutions, y José Luis Puerta, médico del Servicio Madrileño de Salud. El acto podrá seguirse desde la página web FUNDACIÓNFAES.ORG.
EL INFORME
No se trata de un texto prescriptivo, sino más bien descriptivo que pretender dar testimonio de los profundos debates sobre el impacto de una sociedad cada vez más longeva en aspectos trascendentales del modelo de convivencia: el sistema económico-productivo, el empleo, el sistema sanitario, la vivienda, la estructura de las familias, el derecho sucesorio o el propio funcionamiento democrático. Además, el texto incide en un asunto de extrema y creciente importancia como es el de la soledad, una cuestión ya consolidada en la agenda política de muchos países avanzados de nuestro entorno y que representa un reto cada vez más acuciante en España, más aún a la vista de los desastrosos efectos de la pandemia del COVID-19 sobre los mayores.
El informe nace de la voluntad de la Fundación FAES de proponer ideas y contribuir a los grandes debates políticos, sociales y económicos que nos afectan en cada momento. Miguel Marín ha sido el responsable de coordinar el documento cuyos autores son: Luis Garrido, José Antonio Herce, José Luis Puerta, Gregorio Izquierdo, Nicolás Vicente Regidor, Juan Jesús González, Alfonso Cuenca Miranda, Julio Iglesias de Ussel, Juan López Doblas, Guillem López Casasnovas y Marie Beigelman.
MERCADO DE TRABAJO
El conocimiento del tiempo de vida, su distribución a lo largo de las edades y la configuración de su evolución en las últimas décadas se constituyen en los mejores indicios prospectivos del futuro del empleo y de la regulación de la jubilación. Este capítulo mide el tiempo que les queda por vivir a los trabajadores que se jubilaban en 2019 y establece una equivalencia laboral respecto a los que en 1976 tenían esa misma esperanza de vida y así compara la “vida por delante” en ambos momentos.
Por el aumento de la esperanza de vida, se suele afirmar que hoy se trabaja menos que hace medio siglo. Sin embargo, en términos de años efectivamente dedicados al trabajo, en 2019 se trabajaban 2,5 años más. Lo que ocurre es que el retraso en la incorporación al empleo y el adelanto de la salida del mismo ha dado lugar a una concentración de la vida laboral entre los 35 y los 44 años.
VIVIENDA
Este capítulo parte de la base de que el stock estimado de viviendas en España tiene un valor cuatro veces superior al PIB actual y de que la propiedad de la vivienda habitual está muy extendida en nuestro país. Este fenómeno hace que la orientación de las familias hacia el ahorro en forma de activos inmobiliarios reduzca el ahorro financiero a largo plazo, limitando el potencial de crecimiento de la economía y la capacidad de los ahorradores de percibir rentas de intereses y dividendos fruto de inversiones, y también impide otros usos que no sean residenciales. Esto último invita a reflexionar sobre las posibilidades que tienen los propietarios de esos activos inmobiliarios de movilizarlos y ponerlos a su servicio como recursos complementarios para la jubilación.
SISTEMA SANITARIO Y SERVICIOS SOCIALES
La esperanza de vida al nacer ha aumentado sustancialmente a lo largo del último siglo y medio en todos los países. Las enfermedades crónicas han ido ganando terreno y apartando a las infecciosas y este fenómeno ha sido uno de los motores de la longevidad de la que hoy día disfrutamos. Pero la forma en que se proveen las prestaciones sociales y se organizan los sistemas sanitarios no ha evolucionado de acuerdo con esta nueva realidad demográfica. Los actuales patrones de (co)morbilidad, discapacidad, fragilidad y dependencia exigen otra organización de la atención sanitaria y del Sistema Nacional de Salud que los distintos gobiernos han sido incapaces de abordar.
NUEVO MODELO ECONÓMICO PRODUCTIVO
La creciente longevidad de la que gozamos entraña importantes retos para nuestro modelo económico porque incide sobre todas las variables que determinan el crecimiento potencial de la economía. La longevidad puede influir negativamente sobre la productividad e incide también en los patrones de ahorro de los individuos y sobre el denominado “estancamiento secular”.
FUNCIONAMIENTO DEMOCRÁTICO
En las últimas dos décadas, la proporción entre mayores y jóvenes se ha duplicado. Las proyecciones del INE apuntan a una proporción de 2,7 a 1 en el año 2030 y de 3,7 a 1 en el año 2040. Los mayores tienen una vocación más bipartidista que los jóvenes y esto explica el fracaso de los partidos de la “nueva política” en su objetivo de sobrepasar a las fuerzas tradicionales. Asimismo, existen también grandes diferencias entre unos y otros con respecto a la participación electoral. Esto hace que nos encontremos con que por cada voto efectivo de los jóvenes se registren 2,6 votos de los mayores, lo que coloca a los jóvenes en una situación precaria de cara a defender sus intereses en las urnas.
DERECHO SUCESORIO
El incremento exponencial de la esperanza de vida ha dado lugar al surgimiento de la “cuestión de la longevidad” que presenta numerosas derivaciones de las que el Derecho no es ajeno. En el ámbito del derecho de sucesiones son varias las novedades que requieren de una respuesta por parte del ordenamiento. La prolongación de la vida del eventual testador da lugar a cuestiones no contempladas por el Código Civil y además esta prolongación vital da lugar a que las relaciones intrafamiliares se hayan visto alteradas considerablemente, lo que determina que los presupuestos que en su día dieran lugar a institutos como las legítimas hereditarias se vean alterados en el presente.
NUEVAS ESTRUCTURAS DE HOGARES Y FAMILIAS
Deben evitarse visiones globalizadoras del envejecimiento. Tratar a los mayores de 64 años como un grupo de población homogéneo supone ignorar su diversidad interna en cuestiones como la edad, el sexo, los estudios o el estado civil. El estado civil de las personas mayores afecta al tipo de hogar donde residen y a sus modos de convivencia. De cada cuatro mayores, uno habita en hogares unipersonales, dos en hogares bipersonales y el cuarto en otros más amplios. Un aspecto decisivo en la vida de las personas mayores está vinculado con su situación económica. En los últimos años ha mejorado la posición económica relativa de las personas mayores, hasta el punto de constituirse en el grupo con menor riesgo de pobreza dentro de la sociedad española.
SOLEDAD
La soledad emerge vinculada a la longevidad y da lugar a nuevas necesidades sociales que deben ser atendidas. España no ha reaccionado todavía a esta realidad como sí lo han hecho otros países del entorno europeo. La soledad incide de forma directa en la salud de las personas y esto se traduce en costes sanitarios más altos para quienes la padecen. En este apartado se pretende dar un toque de atención sobre la relación entre envejecimiento, soledad y salud, y hacer emerger la importancia de buscar estrategias eficientes en prevención y en acompañamiento para que la soledad no deteriore la salud y el bienestar de buena parte de nuestros mayores.