La OTAN se enfrenta a una serie de desafíos sin precedentes a nivel internacional, incluida una lucha contra el terrorismo, una Rusia más asertiva tras la invasión de Ucrania, la competencia con China y la naturaleza cambiante de la guerra en la era digital. El ecosistema internacional es más complejo. En el ámbito regional, el entorno de incertidumbre y seguridad en torno a la cuenca mediterránea es mayor que nunca. Los cambios mediterráneos, así como la dinámica internacional como consecuencia de la pandemia del COVID-19 genera más inestabilidad en el sur.
La investigadora principal de Real Instituto Elcano, Carlota García Encina, y el director del Centro de Seguridad Internacional de la UFV, Ignacio Cosidó, moderados por el profesor de Historia y analista político, Florentino Portero han participado en ese nuevo Diálogos FAES dentro del proyecto Gran Oriente Medio y Sahel” en el que han concluido que la OTAN no tiene agenda alguna en la región, pero que debería genérela, a pesar de que varios países de la OTAN fortalecen las relaciones bilaterales con varios países de la región, y no los de la Alianza Atlántica en su conjunto.
Actividad subvencionada por la Secretaría de Estado de Asuntos Exteriores y Globales