Anotaciones FAES 50
El mismo día en que Sánchez, a rebufo de las elecciones alemanas, acusa al PP de “colaboracionismo” aduciendo pactos que no existen, se tiene noticia de las últimas mordidas satisfechas por nuestro Quisling de medio pelo. La extrema derecha xenófoba catalana –con Zapatero de truchimán y mediador internacional mediante– arranca la tajada que suponemos a cambio de pensarse lo de la cuestión de confianza fake. Con el esquerrismo faccioso nuestro presidente-felpudo también “mueve el culo”: Junqueras ya exhibe como trofeo de caza una quita de 17.000 millones de deuda autonómica para que el resto de españoles pague a escote el despilfarro malversador acumulado por una administración golpista. Todo es poco para con los herederos de aquellos Escamots uniformados como escuadristas y de aquel Josep Dencás, fugitivo por las alcantarillas de Barcelona y refugiado en la Italia de Mussolini tras fracasar el alzamiento contra la República del 6 de octubre de 1934.
El día en que la socialdemocracia alemana –desfondada– asume con naturalidad el derecho a gobernar del ganador de las elecciones es, definitivamente, muy mal día para que Pedro von Papen Sánchez reproche el “colaboracionismo” de nadie; y menos para que inste a romper coaliciones imaginarias. En realidad, días como hoy son ideales para conminarle a él a romper las suyas y así ahorrarle a la nación la vergüenza que cuestan.
Hoy es un buen día –y mañana también– para rectificar la sumisión vichysta de la Moncloa a la recua nazi que mantiene España ocupada solo porque a Sánchez le conviene arrastrar un día más una legislatura sin presupuestos, sin futuro y sin honor. Un buen día para romper con los nazis que hablan de los españoles como “bestias taradas”, con los nazis que deliran fantaseando “proximidades genéticas” para darle barniz científico al supremacismo más repugnante, con la Gestapo bildutarra, que presenta listas trufadas de etarras y con las SS de Sortu, que en 2021 elegían una Secretaría Nacional cuajada de terroristas entre los cuales Arnaldo Otegi, recién aclamado Reichsführer, no es el de trayectoria más criminalmente acreditada.
Siempre es un buen día para estrenar decencia.