Anotaciones FAES 64
Zambra y revuelo en las zahúrdas sociatas. El presidente Aznar subleva al gallinero. Sin más que aludir a hechos ciertos, denunciados por cuadros socialistas muy cualificados y cuya cronología no deja mentir a nadie. Ningún inconveniente en refrescarlos. Para que la cadena causal no quede interrumpida.
Año 0 a.d. P. (antes del Peugeot): Sánchez es defenestrado en un Comité Federal que quiso amañar, intentando una “chapuza de las que se hacen en las Juventudes Socialistas”; aquella maniobra del “comando Luena” –esa urna tras el biombo– fue definida en dos palabras por Eva Matarín, dimitida entonces de la Ejecutiva pedrista: “fraude y pucherazo”. José Antonio Pérez Tapias, líder de Izquierda Socialista, José Borrell, miembro del shadow cabinet y Antonio Hernando, portavoz parlamentario del momento, tomaron la palabra. Pérez Tapias se fue del Comité dando un portazo. Borrell intervino en el plenario y no dejó lugar a muchas dudas: “esto no es un proceso legítimo”. Antonio Hernandopidió “voto por llamamiento” a los miembros del Comité Federal y Sánchez se acabó derrumbando. Alfonso Guerra, hace solo unos días, calificó estos hechos lisa y llanamente como un “pucherazo” en grado de tentativa. Años después hemos sabido que en las primarias d.P. (después del Peugeot), Koldo –degenerando: de custodiar puticlubs a custodiar avales pedristas– hacía un poco de Gran Elector, manipulando papeletas, y le decía a Cerdán ese “ya está” que ha escuchado toda España y que Sánchez –demócrata ocasionalista– considera peccata minuta.
Se nos concederá que el presidente Aznar, hablando de la “adulteración” de unas primarias en el PSOE, ha ido mucho menos lejos que varios miembros de aquel Comité Federal y que muchos históricos del PSOE, para empezar, el propio Alfonso Guerra. Cómo estará el patio cuando recordar lo obvio provoca semejante reacción. Hasta Mudito de Moncloa –tres días escondido mientras desbordan las alcantarillas– ha encontrado tiempo para deponer sus 280 caracteres y denunciar una supuesta falta de talante democrático de Aznar; muy apropiado que el mensaje lo difunda en X, habida cuenta de su contenido pornográfico: tal obscenidad la dice un tipo que ha hecho del “muro” su programa de gobierno. En cuanto al ministro Puente y sus consideraciones de orden psiquiátrico y fisionómico, más allá de imitar –simia Dei– la técnica del efecto espejo que practica su jefe, no dejan de tener valor antropológico. En todo caso, seguro que los contribuyentes agradecerían al ministro una menor asiduidad en el uso de las redes sociales, una mayor atención al tráfico ferroviario y cierta pericia en las auditorías, para poder tener las mínimas garantías de que el número de putas y enchufados en nómina en el ministerio no rebase los estándares asumibles con gobiernos feministas de mucho progreso.
Queden para la historia tantas pruebas de convicción, orales y escritas, emanadas estos días de los “bajos fondos”. Gracias a ellas se hará menos inverosímil en el futuro la realidad de un Ejecutivo que trincaba con las manos, tuiteaba con los pies y gobernaba con las posaderas.