Adalberto Rodríguez Giavarini: “Actualmente en términos de aporte a la expansión de la economía global, el mundo crece de manera desigual. El comercio mundial es impulsado fundamentalmente por el mundo emergente, que gracias al buen desempeño previo (2000-2008) tiene una percepción de solidez, y no por el mundo desarrollado. Para 2011 la media del crecimiento del PIB mundial fue de 4,5, perteneciendo el 2,5 a las economías avanzadas y un 6,5 a las economías emergentes”
“A pesar de la etapa favorable del ciclo económico, Latinoamérica se enfrenta a problemas sociales como son a una tasa de desocupación elevada, unos índices de pobreza (33,1%) y de indigencia (13,3%), que dificultan el acceso de la población a los frutos del crecimiento económico”
“Una política económica prudente, anticíclica, seria, consistente permite definir políticas de Estado a lo largo de los años, creando mayores cotas de libertad frente a los ciclos de la economía y mejorando permanentemente la calidad de las instituciones de los Estados”
«Los países latinoamericanos deben evitar la llamada “enfermedad holandesa” vinculada al petróleo y la soja creando fondos anticíclicos que permitan evitar la reevaluación de la moneda. Esa “enfermedad” se da cuando la existencia de un recurso natural preciado en un país atrae una afluencia de capitales tal que provocan una reevaluación tal de la moneda y dificultan la exportación de otros productos»
“El desequilibro mundial es producto del déficit americano y el superávit chino: EE.UU. y China nunca lograron alcanzar un acuerdo sobre la devaluación del Yuan”
“Un activo de Latinoamérica es la juventud de su población lo que le da un diferencial extraordinario, junto con África, con el resto del mundo. Uno de los beneficios más importantes de este activo es que la estructura de acumulación e inversión vinculada al sistema de pensiones no se encuentra amenazada. Es decir, Latinoamérica seguirá teniendo gente produciendo y aportando al sistema en el futuro, lo que contribuye a la estabilización del mismo”