Europa será digital o no será. Hoy la tecnología determina el desarrollo económico por lo que la tecnología es poder. El reto ahora está en que seamos capaces de supeditar la tecnología a las personas y es ahí donde los gobiernos europeos tienen que avanzar defendiendo el conjunto de valores sobre los que se asienta nuestra cultura: la libertad y la democracia poniendo siempre a la persona en el eje central. Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado la presidenta ejecutiva de Taldig y experta en liderazgo, estrategia y transformación digital, Elena Pisonero, y la eurodiputada y exministra de Educación, Pilar del Castillo, en una nueva sesión online de Diálogos FAES sobre la digitalización en la Unión Europea tras la crisis generada por la COVID-19, moderada por Mira Milosevich, del patronato de FAES.
Antes de la crisis de la COVID-19 ya vivíamos en un mundo híbrido, en una mezcla del mundo físico y virtual. Durante la crisis casi todos hemos convertido nuestra realidad física en la digital. Las infraestructuras digitales nos han permitido el contacto permanente y se ha demostrado que la digitalización era y es el aliado imprescindible para gestionar la actual crisis sanitaria y prevenir y limitar el alcance de las futuras.
Una de las principales lecciones de esta pandemia es que la UE necesita acelerar la transformación digital. Para la recuperación económica, política y social de Europa es necesaria una nueva estrategia y política industrial cuyo pilar principal es la digitalización. La clave de esta nueva política debe ser profundizar en la economía de datos; desplegar las infraestructuras digitales; consolidar desarrollos tecnológicos como la inteligencia artificial y acelerar la formación digital.