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DIÁLOGOS FAES | 30 años sin Gregorio Ordóñez

“Vivimos un momento en el cual se homenajea a las víctimas de la democracia un día al año y se les traiciona los 364 días restantes”. Así lo ha resumido el coordinador de la fundación, Vicente de la Quintana, en un nuevo Diálogos FAES con la presidenta del Instituto Gregorio Ordóñez y miembro del patronato de la Fundación, Ana Iríbar, cuando se cumplen 30 años del asesinato de Gregorio Ordóñez a manos de la banda terrorista ETA. Durante la conversación, ambos han remarcado la importancia de tener una memoria activa de las víctimas del terrorismo. En su opinión, tenemos una tarea pendiente: “denunciar una traición a las víctimas referenciales de la democracia española”.

VALENTÍA FRENTE A HOSTILIDAD

Este diálogo ha ofrecido una reflexión profunda sobre el legado de Gregorio Ordóñez y las lecciones pendientes en la defensa de la dignidad y la justicia, recordando que la lucha por los valores democráticos continúa siendo un reto esencial para la sociedad española. Durante la conversación, Ana Iríbar ha destacado la valentía y determinación de Gregorio Ordóñez, en un contexto marcado por la hostilidad. “Gregorio era una amenaza para Herri Batasuna en el plano político y era una amenaza para ETA en el plano social”, y ha apuntado que Ordóñez solo era radical en dos cosas “la honradez y la lucha contra ETA”. En este sentido, De la Quintana ha lamentado la falta de referencias como Gregorio Ordóñez.

La viuda de Ordoñez ha recordado, asimismo, las contundentes palabras del concejal sobre el final del terrorismo, “ETA se terminará el día que hasta el último terrorista pudra sus huesos en la cárcel”. Además, ha denunciado cómo ha sido la política nacionalista vasca hacia las víctimas: “solo nos han mirado para pedirnos que perdonemos y que nos reconciliemos”, dejando de lado las responsabilidades de quienes apoyaron el terror.

Asimismo, Iríbar ha afirmado que “diferentes políticas han conseguido que Bildu siga creciendo en las últimas elecciones”, y ha expresado su preocupación por la implementación de “políticas que han contribuido a contener al nacionalismo más radical, pero han impulsado políticas de memoria que solo consiguen dividir a la sociedad y generar un enfrentamiento y malestar profundo”.

SOCIALIZACIÓN DEL SUFRIMIENTO

Por su parte, Vicente de la Quintana ha hecho un análisis de las estrategias de ETA y su brazo político, Herri Batasuna. Ha recordado que “Batasuna, el brazo político de ETA, aprueba una ponencia política en la que se teorizaba lo que llamaban la socialización del sufrimiento”, con el objetivo de extender el terror a toda la sociedad.  “La violencia tenía que orientarse no sólo hacia las fuerzas represivas del Estado para extender la lucha armada, sino también hacia la sociedad civil”, ha añadido.  De la Quintana ha criticado el enfoque negociador que incentivó al brazo político de ETA: “En el esquema negociador se llegó a pensar que incentivar la participación política del brazo político podría acelerar la desaparición de la estructura armada”, lo que llevó a la concesión de privilegios: “Se concedieron bazas de legalización anticipada sin haber pedido perdón y sin haber condenado la historia de terror de ETA”.

Por otra parte, Ana Iribar ha recordado la Ley de Partidos y el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo que se firmó con el gobierno de José María Aznar, políticas que supusieron “unos años esperanzadores para las víctimas del terrorismo”.

SIN IMPUNIDAD

Vicente de la Quintana ha puesto en valor el documento Principios rectores para un modelo de fin de ETA sin impunidad, firmado en 2010 por las asociaciones de víctimas más significativas. El texto incidía en la importancia de que no haya impunidad política, ni histórica, ni penitenciaria ante el fin de ETA y la posible “negociación política entre el gobierno de Zapatero y la banda”.

VÍCTIMAS REFERENCIALES

En cuanto a la situación actual de las víctimas del terrorismo de ETA, ambos han afirmado que existe una lucha por su dignidad, ya que, según ha denunciado Ana Iríbar se les ha “arrancado la ilusión última de ver un fin de ETA sin impunidad”. Vicente de la Quintana ha querido concluir afirmando que “tenemos una tarea pendiente, que cumplimos al insistir en denunciar la traición a las víctimas referenciales de la democracia española”.