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El coste de la coalición

Tras varios meses desde las elecciones del 22 de septiembre, ya se conocen los nombres de quienes formarán el equipo de gobierno de la tercera legislatura de Angela Merkel como canciller de Alemania. Tanto la canciller como su principal socio de coalición, Sigmar Gabriel, han tenido que sortear no pocos obstáculos para sacar adelante su proyecto de gran coalición.

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Roberto Inclán es germanista


Tras varios meses desde las elecciones del 22 de septiembre, ya se conocen los nombres de quienes formarán el equipo de gobierno de la tercera legislatura de Angela Merkel como canciller de Alemania. Tanto la canciller como su principal socio de coalición, Sigmar Gabriel, han tenido que sortear no pocos obstáculos para sacar adelante su proyecto de gran coalición.

Si bien el camino ha estado más despejado en las filas de la CDU, también en ella se han mantenido las voces críticas hasta el último momento. La Unión Social Cristiana (CSU), su socio en Baviera con Horst Seehofer como presidente, ha mostrado serias dudas sobre las exigencias económicas del pacto con el SPD, e incluso un grupo de jóvenes diputados de la CDU ha cuestionado la política de pensiones acordada. A pesar de ello, en la convención del partido demócrata-cristiano se dio luz verde al acuerdo de coalición sin un solo voto en contra.

Más laborioso ha sido el camino que ha tenido que recorrer el SPD (Partido Socialdemócrata de Alemania). Tras el decepcionante resultado electoral obtenido por el candidato Peer Steinbrück, el propio Gabriel ha tomado las riendas de la negociación y ha sabido dar la vuelta a esta clara derrota y sacar el mayor rédito posible. Sus propios afiliados aún recuerdan lo negativa que fue para el partido la coalición que formaron con la propia CDU en el primer gobierno de Merkel en el año 2005, y han exigido una consulta a los casi 475.000 afiliados al partido socialdemócrata, que se ha saldado con un 75,9% de votos a favor.

Una vez resueltos todos estos escollos, los dos partidos han negociado la repartición de los diferentes ministerios con la principal sorpresa de que por primera vez una mujer, Ursula von der Leyen (CDU), se hará cargo de Defensa. Tanto la CDU como el SPD se reparten seis ministerios cada uno, mientras que la CSU queda fuera de los más importantes y gestionará tres de los menos relevantes.

El acuerdo es expresión sin duda, del alto precio que Merkel ha tenido que pagar por los cinco escaños que necesita para obtener la mayoría absoluta y del éxito obtenido por Sigmar Gabriel, nuevo vicecanciller y ministro de Economía y Energía sin siquiera presentarse a las elecciones.

A partir de ahora está por ver cuántas de las propuestas presentadas en el proyecto de coalición se llevan a cabo y la repercusión económica que estas medidas sociales tendrán para el bolsillo de los ciudadanos, que según datos calculados por el diario alemán Die Welt, pueden superar los 800 euros por persona al año.

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