¿Qué significa la formación de un nuevo gobierno autónomo en Irlanda del Norte presidido por primera vez por los republicanos del Sinn Féin? Según la líder nacional del partido en Dublín, Mary Lou McDonald, la elección de Michelle O’Neill como ministra principal del Ejecutivo de Irlanda del Norte representa un acontecimiento histórico que abre la posibilidad a la unificación del norte y el sur de Irlanda en una década. El corresponsal de El País en Londres está de acuerdo y ha afirmado que ‘El cambio constitucional, un posible referéndum de unificación de las dos Irlandas, es difícil de esquivar’. (‘Rishi Sunak trata de desinflar el sueño de una Irlanda unida’, El País, 5/02/2024)
Por un lado, el triunfo de O’Neill, así como su ensalzamiento por muchos medios de comunicación, tiene un significado simbólico que es particularmente negativo para las familias de las víctimas del IRA. Así lo es porque tanto ella como su partido continúan justificando como “inevitable” la campaña de violencia por parte del grupo terrorista.
Al mismo tiempo, aunque el apoyo a una Irlanda unida ha aumentado desde el Brexit, diversos sondeos fiables muestran una situación más compleja que la que los dirigentes del Sinn Féin y algunos periodistas dibujan. En el más reciente de esos sondeos, un 51% de los norirlandeses estaba a favor de permanecer en el Reino Unido, un 30% apoyaba la unidad con la República de Irlanda y un 15% estaba indeciso. El 21% de los católicos se mostraba partidario de mantener el statu quo, o sea, la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido. (‘The Irish Times view on attitudes to a united Ireland’, Irish Times, 02/12/2023)
Muchos de los indecisos apoyan a la tercera fuerza en la Asamblea de Irlanda del Norte, el Partido Alianza (Alliance), formación esta que evita posicionarse sobre la denominada cuestión nacional. Su líder, Naomi Long, también ministra de Justicia en el nuevo gobierno, considera que el partido es ‘no sectario’ y agnóstico sobre el futuro constitucional de la región. Las raíces del partido están en el liberalismo de la clase media protestante. No obstante, hoy en día tiene un apoyo católico significativo, particularmente en circunscripciones con una mayoría unionista como Lagan Valley, donde el miembro de la Cámara de los Comunes es Jeffrey Donaldson, el líder del Partido Democrático Unionista (Democratic Unionist Party, DUP en sus siglas inglesas).
Posiblemente la principal causa del aumento del apoyo al partido Alianza, así como a la idea de una isla de Irlanda unida sea una: el Brexit y el hecho de que el DUP lo apoyó aunque una mayoría en Irlanda del Norte se opuso a la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Algunos protestantes, fundamentalmente de clase media, más joven y con educación universitaria, votaron al partido Alianza precisamente por su identificación europea. Al mismo tiempo, católicos moderados optaron por un voto más radical porque consideraron que el Brexit suponía un ataque contra los principios del Acuerdo de Viernes Santo firmado en 1998.
El Sinn Féin ganó las elecciones autónomas de mayo 2022 porque el DUP perdió casi un 7% en número de votos como resultado de una fuerte reacción en sus filas contra el Protocolo Norirlandés –un acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea que muchos unionistas creían que había creado una frontera aduanera en el mar de Irlanda–. Su rabia se expresó en abstención o apoyo hacia otro partido denominado “Voz Unionista Tradicional” (TUV, Traditional Unionist Voice), liderado por Jim Allister. Es esta una formación a la derecha del DUP que tiene solo un diputado en la Asamblea, pero da voz a la desconfianza que muchos protestantes de la clase obrera tienen hacia un gobierno compartido con el Sinn Féin.
El boicot de dos años de la Asamblea por parte del DUP reflejó esta rabia. También ha provocado cambios en el llamado “Windsor Framework”, un protocolo firmado en 2023 para regular la situación en la que queda Irlanda del Norte tras el Brexit. También el boicot de estos dos años ha dado lugar al acuerdo que Rishi Sunak y Jeffrey Donaldson alcanzaron la semana pasada y que concede a los unionistas garantías de que el tráfico de mercancías entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte estará prácticamente libre de controles aduaneros.
La posibilidad de un gobierno liderado por el Sinn Féin en la República ha animado a la ministra principal de Irlanda del Norte, Michelle O’Neill, a declarar a la Asociación de Periodistas Extranjeros en Londres que ‘Habrá un referéndum en el Ulster’. La potestad de convocar una consulta recae en las manos del ministro para Irlanda del Norte del gobierno británico. Sunak descarta la posibilidad de un referéndum. La situación podría cambiar en el futuro con hipotéticos gobiernos del laborista Starmer en Reino Unido y de MacDonald en la República de Irlanda. Pero Starmer ha señalado que apoya la Unión de Gran Bretaña con Irlanda del Norte y no es probable que los sondeos muestren una mayoría por la unidad del norte y el sur de Irlanda durante la próxima década.
El reto para el Sinn Féin no radica en prepararse para una isla unida que está todavía lejos, como indican las encuestas. Es más bien asumir la responsabilidad y la injusticia de las 1.781 muertes causadas por el IRA durante el conflicto, casi la mitad del total de las que se produjeron. La ministra principal del nuevo gobierno norirlandés es la hija de un antiguo preso del IRA. También un primo de O’Neill fue miembro del grupo terrorista que murió por disparos del ejército británico en 1991. Ella, como otros líderes del Sinn Féin, asiste regularmente a las conmemoraciones de terroristas que murieron como consecuencia de lo que ellos denominan su ‘lucha armada’.
En una entrevista en 2022, O’Neill declaró que no hubo alternativa al terrorismo del IRA, o sea, que fue necesario, creencia en la que se mantiene. Conviene recordar que esta es la posición de la nueva líder del gobierno de Irlanda del Norte. Sin embargo, la campaña del IRA no fue “inevitable”. En respuesta a las demandas del movimiento por los derechos civiles entre 1968 y 1971, la gran mayoría de injusticias sufridas por los católicos fueron eliminadas pero el IRA intensificó sus ataques. Como resultado de ello, John Hume, líder de Partido Socialdemócrata y Laborista (Social Democratic and Labour Party, SDLP), el partido a la que la gran mayoría de católicos apoyaron durante el conflicto, calificó al IRA como ‘fascistas’.
Por ello, y como ha señalado Anthony McIntyre, antiguo miembro del IRA y crítico del Sinn Féin, si el partido de verdad se tomara en serio la reconciliación con la comunidad unionista diría la verdad sobre “los crímenes de guerra del IRA”.
Henry Patterson es catedrático emérito de Ciencia Política, Ulster University