El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define errata como “la equivocación material cometida en un impreso o manuscrito”. La errata consiste en un error de forma, cometido de manera involuntaria al escribir, debiendo diferenciarse claramente del error, consistente en la inclusión de un “concepto equivocado o juicio falso” o en la realización de una “acción desacertada o equivocada”, según las dos primeras acepciones de este término que figuran en el Diccionario.
En la página 341 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, remitido por el Gobierno de España a la Unión Europea, entre las medidas de adaptación del sistema impositivo a la realidad del Siglo XXI, se incluye la “paulatina desaparición de la reducción por tributación conjunta mediante el establecimiento de un régimen transitorio, debido a que genera un desincentivo a la participación laboral del segundo perceptor de renta (principalmente mujeres)”.
Ante el revuelo provocado por esta supresión, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía ha afirmado que se trata de una errata, en un documento que tiene más de 300 páginas, que ha supuesto una sorpresa para los miembros del Gobierno.
Es sorprendente que se pretenda reducir a la categoría de errata en un documento la propuesta de eliminación de una reducción que afecta a 4,2 millones de personas (2,1 millones de hogares), con un importe anual de 2.393 millones de euros, y que beneficia principalmente a los contribuyentes con menores ingresos y de edad más avanzada, que son los que tributan de forma conjunta en el IRPF.
Desconocemos si el Gobierno de España va a enviar a Bruselas una fe de erratas, es decir, una “lista de las erratas observadas en un libro, inserta en él al final o al comienzo, con la enmienda que de cada una debe hacerse”, aunque los manuales de estilo recomiendan que los errores importantes, que distorsionan el contenido de un texto, no se incluyan en una lista de erratas, sino que se corrijan directamente en el mismo.
No creemos que vaya a hacerlo, ya que no nos encontramos con una errata, sino con un error. En mi opinión porque es una medida errónea y desafortunada. Sin embargo, me temo que para el Gobierno el error no es la medida en sí, sino que se haya conocido unos días antes de las elecciones madrileñas su intención de subir los impuestos a las rentas bajas a las que supuestamente quiere beneficiar con su reforma tributaria.
