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Chile: responsabilidad en la victoria

Anotaciones FAES 72

La victoria en las presidenciales chilenas del republicano José Antonio Kast ha tenido dimensión incontestable. Kast se ha impuesto a la izquierdista Jeannette Jara con un margen muy claro, casi de un 60%-40%. Además, se impone en todas las regiones del país, incluso en enclaves tradicionales de la izquierda. La claridad de la victoria ha propiciado su pronto reconocimiento por parte de la candidata derrotada. Como ella misma ha dicho, “la democracia habló fuerte y claro”. Y es que estamos ante la segunda victoria más amplia desde la recuperación de la democracia chilena, tan solo por detrás de la cosechada por Michelle Bachelet en 2013.

La propia magnitud del éxito eleva la exigencia de responsabilidad a la alternativa de gobierno. En Kast ha confluido el voto que apostaba por un cambio claro en Chile. La nitidez del mandato que se le encomienda no debería posponer, sin embargo, la necesidad de que todas las familias políticas de la derecha chilena –que es plural– sepan leer, con distancia crítica suficiente, estos resultados. Chile Vamos puede plantearse las razones de su menor rendimiento electoral por segunda vez consecutiva y examinar estrategias y mensajes. Y también los republicanos deberían deducir lecciones de lo sucedido con Chile Vamos. Sobre todo, en lo relativo a la necesidad de rentabilizar la diversidad de tradiciones políticas en el seno de la derecha chilena. Que hoy Kast sea el líder indiscutible del conjunto de esas familias no debería ser incompatible con una convocatoria generosa hacia todas ellas para construir, entre todos, un sólido proyecto de gobierno pensando en el conjunto del país. La magnitud del hundimiento izquierdista, la percepción común de un conjunto de prioridades y la existencia de referentes internacionales de tono institucional como la presidenta Meloni, que gobierna en coalición, son elementos que alimentan lo que nos parece la expectativa más deseable para el futuro de Chile.