Valentí Puig: “Estado y sociedad son conceptos que se imbrican, relacionan, y que atenazan nuestro presente y nuestro futuro. Una sociedad civil se compone de individuos que interactúan sometidos a las leyes y a órdenes espontáneos conforme a un común denominador de valores”
“La crisis ha tenido un impacto muy fuerte en el aspecto moral de la sociedad. La sociedad está más fragmentada, dislocada y disconexa. La pérdida de confianza ha significado destrucción de capital humano”
“Somos una sociedad cada vez más vieja pero cada vez menos adulta. Cuesta mucho más ser adulto hoy que en otras épocas. La juventud, sumida en un narcisismo post-adolescente, ha padecido un exceso de protección que la ha hecho más vulnerable e incapaz de enfrentarse a la realidad”
“Los ajustes, las matizaciones y cambios en el orden social, deben ser graduales, y no pueden ser saltos al vacío. Además deben mantener siempre el objetivo de la estabilidad. Hemos perdido la idea de la continuidad, esa memoria que nos une con el pasado y permite el diálogo entre las generaciones”
“Los valores son fundamentales cuando hablamos de sociedad civil. El acceso a la capacidad económica de nuevos grupos no se ha hecho conforme a los valores propios de las clases medias que dan estabilidad y cohesión social. El zapaterismo ha pretendido, no separar Iglesia y Estado, que es un gran avance del liberalismo, sino que la religión deje de tener presencia e influencia en la sociedad civil”
“En cuanto a la opinión pública española, falla casi todo: cultura general, curiosidad elemental por el conocimiento, afán por la lectura, interés por la política y las instituciones. La política es solo una parte de la vida, pero una parte que debe despertar el interés cívico”
“El desinterés general por cultura contribuye a la falta de capacidad de la ciudadanía para formarse opiniones articuladas sobre los problemas. La televisión generalista en España es uno de nuestros grandes fracasos como sociedad abierta. No hay grandes personalidades que nos ayuden a pensar y a opinar. No hay nada más desprestigiado hoy día que las elites. Lo que algunos llaman minorías creativas han desaparecido completamente, cuando nunca se había invertido tanto en educación y cultura”