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Hard Rock es una excusa

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, no puede aprobar los Presupuestos y ha decido avanzar las elecciones autonómicas al 12 de mayo.  ¿Qué ocurre aquí? La respuesta fácil: por un lado, los Comunes –la sucursal catalana de Sumar- no quieren subvencionar la construcción del Hard Rock; por otro lado, Junts no ha conseguido que los Presupuestos incorporen la supresión del impuesto de sucesiones.

Hard Rock y el impuesto de sucesiones son la excusa perfecta para no apoyar los Presupuestos y así forzar el avance electoral en Cataluña. En la decisión del adelanto electoral, el cálculo coste/beneficio ha ganado la partida.

Al PSC le interesa el adelanto electoral, porque confía en las encuestas y en recolectar votantes de una ERC en retroceso. A ello, hay que incluir que el socialismo catalán confía en ser el beneficiario electoral de un número indeterminado de ciudadanos que están hartos del “proceso”. El PSC –el coste de la amnistía- confía también que serán pocos los desengañados por dicha ley. ¿El PSC conservará los votos prestados de Ciudadanos?  Si en Cataluña se constituyera un tripartito –PSC, ERC y Comunes-, ¿Junts  apoyaría al PSOE?

A ERC –que no está en su mejor momento como consecuencia de la greña que mantiene con Juntsel adelanto electoral le podría salir muycaro si no es capaz de comunicar con éxito la idea según la cual las urnas se ponen denuevopor culpa de la irresponsabilidad de Junts y los Comunes. Piensan que ello –la responsabilidad- les beneficiará. Más: el adelanto electoral pone a contrapié a un Junts que no contaba con ello al tiempo que posibilita que la cuestión prejudicial paralice/retrase la entrada en vigor de la ley de una amnistía que beneficia a Carles Puigdemont.  Por lo demás, el adelanto sirve para que Pere Aragonès se libre de la competencia interna capitaneada por esos aspirantes al poder republicano que son Oriol Junqueras y Marta Rovira. Y ahí está laincógnita del comportamiento electoralde unos votantes nacionalistas queconsideran que lo pactos con el PSOE han sido una trampa  que desmoviliza independentistas. El adelanto, que perjudica al PSOE, podría ser una credencial para convocar ahora las elecciones.    

A Junts le interesa un adelanto electoral que le permitirá presentar telemáticamente como candidato a Carles Puigdemont, el “presidente legítimo”. Si finalmente la  Junta Electoral Central no acepta la candidatura del fugado, mejor que mejor. Una victimización –en Cataluña y en la Unión Europea- que recolectaría –eso es lo que creen- un buen puñado de votos. Ítem más: Junts aprovechará la nefasta administración –educación y sequía, por ejemplo- de ERC para recuperar votos perdidos. A ello, hay que sumar el giro convergente de un Junts que vuelve a las políticas tradicionales de Convergència. ¿Tendrán efectos negativos los pactos con el PSOE?

Al Partido Popular también le interesa el adelanto electoral, porque –en la  línea de las elecciones generales de julio-, podría  aumentar su peso en el Parlament gracias a los votos sustraídos de un Ciudadanos en fase de desaparición y de un Vox desgastado.

A los Comunes les interesa el adelanto electoral para marcar perfil de izquierda frente al PSC, ERC y la CUP. Más: el adelanto electoral neutraliza, de momento, la reconstrucción de Podemos en Cataluña. El detalle que añadir: el esfuerzo baldío de Yolanda Díaz para que los Comunes aprobaran los Presupuestos de ERC. Sumar sigue en la fase de colapso.  

Por lo demás, un extraño acecha las candidaturas nacionalistas: la Aliança Catalana –de orientación xenófoba y radicalmente independentista- que podría aterrizar en el Parlament en detrimento de ERC y Junts.  

El adelanto electoral plantea tres incógnitas/posibilidades de ámbito autonómico y nacional. En primer lugar, un triunfo de Junts, con una derrota moderada de ERC y la colaboración de Aliança Catalana y la CUP, podría resucitar el “proceso”. En segundo lugar –aunque no resucitará el “proceso”-, el eje nacionalismo versus no nacionalismo se podría imponer al eje derecha versus izquierda con lo que ello implicaría. En tercer lugar, el adelanto electoral en Cataluña podría perturbar seriamente el futuro del gobierno de Pedro Sánchez. ¿Cuál es el futuro de la legislatura si tenemos en cuenta que Pedro Sánchez necesita a ERC y Junts para sobrevivir políticamente hablando?


Miquel Porta Perales