Eugenio Nasarre ha fallecido cuando todavía le quedaban muchas batallas que librar. Seguía escribiendo colaboraciones en prensa, siempre atento a la vida nacional y europea, siempre leal a unas convicciones mantenidas con ejemplar fidelidad a lo largo del tiempo. Licenciado en Filosofía, Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Complutense y graduado en Periodismo por la Escuela de Periodismo de la Iglesia, pertenecía al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado con el número uno de su promoción. Fue precisamente en sus años universitarios, durante el último franquismo, cuando orientó su vocación política hacia una militancia democristiana y europeísta, mantenida hasta el final. Primero en las Juventudes de Acción Católica, y en la clandestinidad, como dirigente de la Unión de Estudiantes Demócratas. Más tarde sumándose a las Juventudes Demócrata-Cristianas y siendo secretario de redacción de la revista Cuadernos para el Diálogo, en la que llegaría a formar parte de su Consejo de Dirección.
Ya durante la Transición militó en la Izquierda Democrática de Ruiz-Giménez para luego incorporarse a UCD, ostentando cargos de relevancia en los gobiernos de Suárez y Calvo-Sotelo, como director del Gabinete del ministro de Educación Iñigo Cavero, Subsecretario del Ministerio de Cultura o Director General de Radio Televisión Española. Más tarde se afiliaría al Partido Popular y durante muchos años colaboró con esta fundación, siendo secretario general de Educación en el primer Gobierno del presidente Aznar y director del Departamento de Estudios de su Gabinete.
Parlamentario muchos años, combinó siempre su talante de hombre de reflexión y estudio con su pasión por la política activa, dejando una impronta de compromiso y generosidad en todos los cargos que le tocó ostentar. Retirado de la primera línea, quiso seguir poniendo su extraordinaria capacidad intelectual al servicio de la defensa y difusión del humanismo cristiano desde distintas tribunas y plataformas de la sociedad civil: la Fundación valores y Sociedad, la Fundación de Educación Católica, la Asociación Católica de Propagandistas o el Instituto Internacional Jacques Maritain.
Otra faceta que hace reconocible su figura es la que atañe a sus firmísimas convicciones europeístas. Eugenio fue presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo desde 2012 hasta 2018 y entre otras distinciones nacionales e internacionales había sido galardonado en 2019 con el premio Otto de Habsburgo en reconocimiento a su trayectoria como tenaz militante de la idea de Europa.
Eugenio Nasarre puso siempre sus ideas por delante de su persona y como desconocía la vanidad y amaba el trabajo bien hecho provocaba sin querer la admiración de todos los que conocían los frutos de su actividad política y profesional. Mantuvo siempre una disposición abierta y atenta para interesarse por todas las sugestiones que brindase la realidad y supo ser eso tan difícil que pocos alcanzan: hombre cabal, de ortigas para ciertas ideas pero de miel para las personas, incapaz de doblez y de mal.
Nasarre ha muerto como el justo. No temía la muerte e inspiró su vida toda en un riguroso sentido del deber. El consuelo de una Fe vivida con sincera autenticidad y el de una vida colmada y plena ojalá sirva para mitigar en alguna medida el dolor de familiares y amigos, al que desde aquí sumamos el nuestro. Descanse en Paz.
