Navacerrada (Madrid), 02.07.12.- La jornada sobre América Latina del Campus FAES 2012 ha finalizado esta tarde con la conferencia ‘Instituciones y Estado de Derecho’ a cargo del expresidente de Bolivia Jorge Quiroga y el exministro de Economía de Argentina Martín Lousteau, y que ha presentado el director adjunto de Relaciones Internacionales de FAES, José Herrera.
Jorge Quiroga ha lamentado que, “a pesar del buen momento económico que atraviesa América Latina, es doloroso ver como parte de la bonanza económica se ha usado para extender prácticas profundamente reñidas con el Estado de Derecho y las libertades”. A este respecto ha citado el caso de Bolivia, donde “el Estado de Derecho se ha tirado por la ventana y es ‘estado de capricho’”, ha dicho. También en relación a Venezuela, Quiroga ha asegurado que “estos proyectos no son de derechas ni de izquierdas; son ambidiestros para tomar el poder y mancos para hacer políticas constructivas […] Son populistas para llegar, hegemónicos para quedarse y tiránicos para perpetuarse. Y eso es lo que más destruye instituciones y Estado de Derecho”.
Junto a esto, el expresidente boliviano ha considerado que el principal problema de la región es la inseguridad derivada del narcotráfico, que ha aprovechado el “terreno fértil de la destrucción institucional”. “Más que ‘Cha-ves’ me preocupa ‘Cha-po Guzmán’ y los narcos”, ha reconocido Quiroga, que ha alertado de que “el peligro no está en México, pero Guatemala o mi país sí tienen que poner barbas en remojo”.
El expresidente boliviano, no obstante, no ha dejado de subrayar el cambio positivo que supone el desarrollo económico de América Latina, que “atraviesa un buen momento económico por el desarrollo de muchos países que se han beneficiado de la bonanza china y han puesto en marcha algunas buenas prácticas en política social”, cuando “antes, América Latina era el primer contagiado de cualquier crisis”. En este sentido, ha llamado la atención sobre el hecho de que “tres de los asientos del G-20 pertenecen a la región, que crece tres veces más, tiene la mitad de deuda, y ha reducido la pobreza del 50 al 35 por ciento y creado clases medias nuevas en diez años”. “Si en 2002 alguien hubiera apostado a esto hubiera parecido realismo mágico”, ha apuntado.
“Se hizo bien la tarea. La llegada de las inversiones españolas trajo buena práctica institucional”, ha afirmado Quiroga, lo que a su juicio ha dado como fruto un “marco fiscal y de regulación financiera mucho más sólido”. En el futuro próximo, ha añadido, “el desafío esencial de la región es diseñar un producto IPED: Integración (mayor desarrollo aprovechando la coyuntura económica); Poblaciones (defensa de los sectores más desfavorecidos y de los inmigrantes); Energía (asegurar un futuro promisorio gracias a los combustibles) y estrategia conjunta contra la Droga, una cuestión que, a su juicio, “va a marcar la agenda inmediata entre Estados Unidos, México y Brasil”.
FLEXIBILIDAD DEL ESTADO DE DERECHO
Por su parte, el exministro de Economía de Argentina, Martín Lousteau, ha asegurado durante su intervención que “las instituciones y el Estado de Derecho deben someterse a un test fundamental” que consiste en “darse a sí mismo un nuevo ordenamiento cuando viene el ‘shock’ de la crisis. Un Estado de Derecho nos tiene que dotar de un cuerpo con el que actuar frente a estos desafíos y tiene que ser claro, reconocible, trasparente, aceptado y flexible”. “Aferrarnos al Estado de Derecho como una panacea que no debe ser cambiada es un problema, ya que este va mutando y desarrollándose a través del tiempo”, ha añadido.
Lousteau ha lamentado, asimismo, que “solamente te das cuenta de lo que es el Estado de Derecho cuando éste falta” y deja de ser “un sistema de leyes e instituciones que ponen restricciones a la acción gubernamental para privilegiar el mantenimiento de los derechos individuales”.