Entrevista del director de la Fundación FAES con Juan Fernández-Miranda de ‘ABC’
En su ánimo por rebajar la trascendencia de la reunión entre el PSOE y Carles Puigdemont -prófugo de la Justicia española- el pasado sábado en Suiza, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recurrió a una comparación histórica: la conversación del Gobierno de Aznar con la dirección de ETA en Zúrich en 1999.
ABC ha querido recabar la opinión de Javier Zarzalejos, hoy eurodiputado del PP y entonces secretario general de la Presidencia del Gobierno, uno de los tres enviados del Ejecutivo a ese encuentro junto a Pedro Arriola y Ricardo Martí Fluxá, entonces secretario de Estado de Seguridad. «La comparación es grotesca», señala Zarzalejos antes de aceptar la petición de este periódico para que explique con detalle en qué consistió aquella reunión, que tuvo lugar el 19 de mayo de 1999.
«Fue una conversación que el presidente Aznar había autorizado con miembros de la dirección de ETA. Con un testigo y en la que nosotros excluimos expresamente cualquier tipo de negociación o conversación sobre cuestiones políticas como las que se habían contemplado en el pacto de Estella: la autodeterminación, la independencia, la alternativa KAS. Y eso fue todo.
De todo eso se tuvo puntualmente informado al líder de la oposición, Joaquín Almunia, y a Alfredo Pérez Rubalcaba en el canal que teníamos con el Partido Socialista, permanente y estrecho. Y fue una conversación porque ETA vio que no había recorrido político».
Zarzalejos considera que las declaraciones de Sánchez «son un movimiento de pura distracción, una cortina de humo», e insiste en señalar cuál es para él la principal diferencia entre ambas reuniones: «Con Aznar, los terroristas fueron a la cárcel y Batasuna fue ilegalizada, ahora los actos van a quedar amnistiados y ellos, en libertad. La comparación es absurda». «Ni hubo Henry Dunant ni historias, ni se habló de conflicto ni de autodeterminación, ni de pactos de Estella, y quedó claro que no íbamos a hablar», añade.
El eurodiputado del PP atribuye esta comparación a la desesperación que anida en La Moncloa porque el plan de gobernabilidad por amnistía «no está calando». «El famoso relato no está calando. Es un fracaso de comunicación brutal, tienen que recurrir a este tipo de cosas esperando que alguien lo compre. ¿Y por qué no hablan de Argel, o de Oslo?», se pregunta el que fuera enviado de Aznar a Suiza en referencia a las negociaciones que sí abrieron Felipe González en 1989 y José Luis Rodríguez Zapatero en 2005.
A Zarzalejos le parece «verdaderamente ridículo» que la base de la comparación del presidente Sánchez es que el lugar elegido en ambos casos «es Suiza». «Bromas en este momento, las justas. Tampoco he querido alimentar este tema porque estás hablando de lo que a ellos les interesa que se hable y así manejan la conversación nacional. Pero nosotros vamos a seguir hablando de la amnistía y de por qué (el comisario Didier) Reynders ha desautorizado por dos veces al ministro encargado de la cosa».
«El fracaso de la comunicación está siendo muy importante, el tema de la amnistía lo tiene descontrolado, ha perdido el control de la negociación; y ahora otro mediador también internacional… Las comisiones del ‘lawfare’ ya están constituidas y vamos a ver qué pasa con el delito de malversación, porque lo han reformado en la dirección contraria a lo que está dictando Europa». Es más, según apunta el eurodiputado del PP, el Gobierno está «muy nervioso» porque la Unión Europea está observando qué pasa con la ley de amnistía.
Por último, sobre la comparación de Puigdemont con ETA, Zarzalejos se atreve a hacer un vaticinio: «Imagino que no habrá gustado mucho a sus socios».