El expresidente del Gobierno y presidente de la Fundación FAES, José María Aznar, ha participado hoy en el Diálogo Anual de Políticas ‘Rethinking Democracy’ organizado por el Club de Madrid. «Quiero reafirmar mi convicción de que debemos reconstituir los elementos básicos de nuestras democracias liberales. Reforzar la democracia liberal es absolutamente esencial. Sus instituciones, su estado de Derecho, el derecho a la alternancia, la convivencia política y social es absolutamente esencial en estos momentos en los que la libertad y la democracia están siendo acosadas», ha asegurado durante su intervención en una sesión la protección de la democracia contra el autoritarismo. El expresidente de Bolivia, Jorge Quiroga; la activista y líder de Democratic Belarus, Sviatlana Tsikhanouskaya; la coordinadora del Action Committee for Democracy Development (Myanmar), Thinzar Shunlei Yi, y el exvicepresidente de Nicaragua Sergio Ramírez, han compartido panel con Aznar.
Para el expresidente, «la ‘Tentación Autoritaria’ es una percepción del autoritarismo que es otro fenómeno muy presente en el pensamiento occidental moderno: es la creencia de que los regímenes autoritarios gestionan mejor los problemas políticos, sociales, sanitarios, económicos que las democracias. La tentación autoritaria es un elemento fijo del pensamiento occidental», ha explicado.
«Debemos construir un orden mundial más inclusivo, pero no debemos olvidar que los fundamentos de nuestro orden liberal son los valores y las políticas que han traído la mayor prosperidad al mundo», ha asegurado. Asimismo, ha lamentado que «la credibilidad del proceso democrático y representativo y de las instituciones de las sociedades democráticas se ha erosionado, así como su capacidad para generar prosperidad y crear oportunidades». «También conocemos que los partidos populistas han capitalizado sus efectos políticos y electorales. El Brexit es el mayor ejemplo de esas políticas, de ese fracaso y de esos problemas» ha subrayado.
En su opinión, ahora «los enemigos de la democracia son más fuertes que en el pasado porque están uniendo sus esfuerzos contra nosotros. Quizá no todos los movimientos populistas sean iguales, pero los movimientos populistas de extrema izquierda y los movimientos populistas de extrema derecha tienen algo en común que es que detestan y quieren acabar con las democracias liberales, con el orden liberal y con el sistema liberal». En este sentido, ha asegurado, «tenemos que defender cotidianamente la causa de la libertad de sus enemigos externos e internos. Tenemos que ganar la batalla de las ideas».
«Creo que las ideas son cada vez más importantes y que al final las grandes batallas que se avecinan serán batallas culturales entre ideas y valores. Mi propuesta es abordar la actual crisis del orden liberal y de la democracia desde una posición liberal y desde la reivindicación de las ideas, los valores y las políticas liberales. Ahora la principal virtud política es la claridad moral», ha concluido.