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La dimensión internacional del terrorismo de Al Shabbab

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La espectacularidad y brutalidad del atentado terrorista en Nairobi han sobrecogido a la opinión pública internacional, logrando parte del efecto buscado por los terroristas islamistas de Al Shabbab, responsables del mismo.

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Rogelio Alonso es profesor titular de Ciencia Política, Universidad Rey Juan Carlos

 

La espectacularidad y brutalidad del atentado terrorista en Nairobi han sobrecogido a la opinión pública internacional, logrando parte del efecto buscado por los terroristas islamistas de Al Shabbab, responsables del mismo. Su fortaleza le permite desafiar a un gobierno somalí que contempla con temor su incapacidad para controlar parte de Somalia. Su amenaza también se cierne sobre Kenia y Etiopía, pues persigue dominar territorios en todos estos países con el fin de imponer una suerte de califato islámico.

El enorme impacto generado por el salvaje crimen ha servido para llamar la atención sobre un grupo terrorista que mantiene conexiones con Al Qaeda y que, desgraciadamente, ha tenido notable éxito a la hora de reclutar activistas en Europa y Estados Unidos. En los últimos años ha desarrollado una intensa estrategia propagandística hacia el exterior que le ha permitido atraer varios centenares de individuos con pasaportes europeos y americanos procedentes de la diáspora somalí. Se cree que algunos de los terroristas de Nairobi procedían de Estados Unidos.

Este terrorismo posee además otras dimensiones internacionales. Dos años atrás el responsable del servicio de inteligencia británico MI5 advirtió del peligro que representaban individuos adiestrados por Al Shabbab y con experiencia terrorista en el continente africano, que podrían intentar replicarla en las calles de Reino Unido. Todo ello, junto con la salvaje victimización de seres humanos como la que acaba de producirse, ilustra las múltiples dimensiones de este fenómeno terrorista y sus serias implicaciones para diversas naciones africanas, pero también para las democracias occidentales.

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