Anotaciones 1
El asalto a la sede de los poderes constitucionales en Brasil ha sido un inaceptable intento de acabar por la fuerza y la provocación a las Fuerzas Armadas con la presidencia legítima de Luiz Inácio Lula da Silva. Precisamente, por eso, tiene razón la secretaria general del Partido Popular, Cuca Gamarra, con su tuit tras la ocupación del Parlamento y el Tribunal Supremo por partidarios del expresidente Jair Bolsonaro. Mientras se suceden las condenas por ese ataque injustificable, en España hechos de extrema gravedad, también contra el orden constitucional del Estado y su integridad, han tenido como respuesta la impunidad facilitada por el Gobierno de coalición socialista y de Unidas Podemos.
En España, los indultos a condenados en firme por sedición y malversación no fueron suficientes. El Gobierno promovió la derogación del delito de sedición y la rebaja considerable de la malversación. Sí, los hechos ocurridos en Brasilia, aquí, muy probablemente, serían considerados desórdenes públicos agravados. Hasta ese punto se ha degradado la protección de la integridad constitucional de España.
¿Alguien se imagina a Lula indultando a los que con toda probabilidad serán condenados por el asalto? ¿Derogará el nuevo Gobierno brasileño los delitos por los que sus responsables serán condenados? ¿Convertirá Lula a Bolsonaro en uno de sus socios preferentes? ¿Facilitará la impunidad de lo ocurrido este domingo el próximo martes en aras del “reencuentro”?