“¿Quieres que el Veneto se convierta en una República federal independiente y soberana?” Esta es la pregunta que los habitantes de la región del Veneto pueden responder desde el pasado lunes, 16 de marzo, hasta el viernes, día 21, en la página www.plebiscito.eu. La consulta secesionista ha sido puesta en marcha por el movimiento Indipendenza Veneta, quesigue el modelo plebiscitario diseñado por Artur Mas para Cataluña tanto en sus objetivos como en la retórica desplegada. Sin embargo, la relevancia política de la consulta viene dada por el decidido apoyo que ésta ha encontrado en el presidente de la junta regional del Veneto Luca Zaia, de la Lega Nord, quien aspira a capitalizar un resultado favorable a las tesis independentistas desde el Palazzo Balbi de Venecia.
«Jorge del Palacio Martín. Universidad Rey Juan Carlos
“¿Quieres que el Veneto se convierta en una República federal independiente y soberana?” Esta es la pregunta que los habitantes de la región del Veneto pueden responder desde el pasado lunes, 16 de marzo, hasta el viernes, día 21, en la página www.plebiscito.eu. La consulta secesionista ha sido puesta en marcha por el movimiento Indipendenza Veneta, quesigue el modelo plebiscitario diseñado por Artur Mas para Cataluña tanto en sus objetivos como en la retórica desplegada. Sin embargo, la relevancia política de la consulta viene dada por el decidido apoyo que ésta ha encontrado en el presidente de la junta regional del Veneto Luca Zaia, de la Lega Nord, quien aspira a capitalizar un resultado favorable a las tesis independentistas desde el Palazzo Balbi de Venecia.
El escrutinio que se realizará el fin de semana clarificará las posturas y permitirá un análisis más completo de las estrategias que los partidos implicados podrán desarrollar a partir de los resultados que depare la consulta. Mientras tanto, cabe señalar dos claves que, entre otras que comparecen en este fenómeno, pueden ayudar a explicar el respaldo que el plebiscito secesionista en la región del Veneto ha encontrado en la Lega Nord. Ello por más que el apoyo de un partido nacionalista a un plebiscito secesionista parezca, de suyo, obvio.
En primer lugar, la radicalización del discurso nacionalista de la Lega registrado en los últimos meses encuentra su principal razón de ser en la debacle electoral cosechada en los comicios generales de 2013, en los cuales el partido fundado por Umberto Bossi bajó del 8,3% al 4,09% de los votos: de 3.024.543 a 1.390.534. En este punto merece especial atención la irrupción del Movimento Cinque Stelle de Beppe Grillo, que ha capitalizado con éxito el voto euroescéptico y el voto contra la “partitocracia” italiana, conquistando así un espacio político que la Lega había hecho suyo. Esta incapacidad de la Lega para competir con el M5S por el voto de protesta contra el sistema de partidos italiano es la que ha llevado a Matteo Salvini, nuevo secretario general del partido desde diciembre de 2013, a rediseñar la estrategia de la Lega reforzando como seña de identidad el independentismo original del partido.
Resulta interesante advertir que este cambio de estrategia supone deshacer el camino andado por Umberto Bossi, quien cimentó el éxito de la Lega en los años noventa deslizando el centro de gravedad de su discurso desde el independentismo a la denuncia contra la corrupción de los partidos tradicionales en el clima de desintegración del sistema político italiano. Esta estrategia llevó a Bossi a rebajar el discurso independentista padano de la Lega, que había explotado tradicionalmente la dicotomía norte-sur propia del problema meridional italiano resumida en el lema “Roma ladrona, la Lega non perdona”. En la década de los noventa la Lega hizo suya la reivindicación de un Estado confederal compartido por tres repúblicas italianas –Padania, Etruria y República del Sur- como elemento que se sumaba a la crítica general del sistema político y los partidos tradicionales. Con este cambio Umberto Bossi pudo abrir el partido a votantes anti sistema no exclusivamente nacionalista.
En esta estrategia de restauración del discurso independentista de la Lega dirigido por Matteo Salvini encuentra un lugar especial la reivindicación de la Liga Veneta -“madre di tutte le leghe” como matriz de la Lega Nord. Nótese aquí la importancia de la aparición en escena de nombres como el de Franco Roccheta, fundador de la Liga Veneta en 1979, o Alessio Morosin. Éste es el presidente honorífico del movimiento Indipendenza Veneta que ha organizado la consulta, así como el principal teorizador del derecho de autodeterminación del pueblo del Veneto como un derecho natural –autor del libro Auto-determinazione. Come ri-conquistare l’indipendenza del Veneto, da un Stato baro, in modo pacifico, con la democrazia e il diritto (2013) . Pero Alessio Morosin también es un hombre histórico vinculado a la Lega, quien abandonó el partido en 1998 por discrepancias con la línea política marcada por Bossi. En este sentido, el apoyo que ha recibido la consulta independentista organizada por Indipendenza Veneta por parte de Luca Zaia simboliza la recuperación de la dimensión secesionista para la política de la Lega. O, cuando menos, la voluntad de aprovecharla.
En segundo lugar, en la radicalización del contenido nacionalista del discurso de la Lega también existe una dimensión reactiva al plan de reformas institucionales impulsado por Matteo Renzi, que debe ser tenida en cuenta para entender el cambio de estrategia de la Lega. De un lado, la reforma de la ley electoral presentada por Renzi aspira a fomentar el bipartidismo, hecho que amenaza la esfera de poder parlamentario del que ha gozado la Lega Nord gracias al sistema electoral mayoritario vigente hasta la fecha. Del otro, el paquete de reformas del nuevo líder del Partito Democratico contempla modificar el equilibrio de poder entre el Estado y las regiones a favor del primero a través de la reforma del Título V de la Constitución italiana, lo que ha puesto en marcha la acusación de Renzi como “neocentralista” por parte de la Lega.
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