Macron: otro mandato para decidir el rumbo
La victoria de Macron en las Elecciones Presidenciales evidencia más la falta de alternativa creíble para la mayoría de la sociedad francesa, ya fragmentada en distintos bloques casi irreconciliables entre sí, que el aprecio por su acción de gobierno hasta la fecha.
La izquierda, en migajas, y la derecha ultranacionalista, en recomposición, no han sabido ni podido desbancar a un gobierno apoyado por una heterogénea coalición de socialdemócratas, centristas, liberales, conservadores, europeístas y republicanos. Una coalición que sigue siendo el caballo ganador en unas elecciones nacionales, como ya demostraron los partidos tradicionales franceses en 2021 al ganar las elecciones regionales o las municipales de 2020.
Si Macron logra mantener unida esa coalición sin crear nuevas tensiones sociales que lleven a más ciudadanos a apoyar a los extremos del sistema político, podrá llevar ahora a cabo el programa ya prometido en 2017. Si, por el contrario, se deja llevar por lo corriente y lo rutinario, creará más descontento y descrédito entre los votantes, que entonces podrían apoyar en el futuro a líderes extremistas que a izquierda y derecha buscan derribar el sistema de la Quinta República para crear uno más aislacionista, soberanista y antieuropeo, acercándonos a una crisis sistémica del método comunitario europeo.