- “La estrategia aérea ha sido eficaz solo parcialmente. El Estado Islámico únicamente podrá ser derrotado si llegan tropas de tierra”
- Ha llamado la atención del riesgo de que, tras una eventual derrota, “cientos de militantes de origen europeo regresen a sus ciudades”
- Alonso: “Tenemos que incidir en el liderazgo político, en la movilización social y en la concienciación. Debemos aprender a ser sociedades militantes”
- Alerta de que la radicalización cognitiva que precede a la violenta no es suficientemente tenida en cuenta por Occidente
El director del Centro para el Estudio del Terrorismo de la Universidad de Roma, Alessandro Orsini, ha asegurado hoy que “hace falta que alguien empiece un cuerpo a cuerpo contra los militantes de ISIS”, ya que “hasta ahora Occidente ha luchado utilizando únicamente el meñique”. Orsini ha participado en un coloquio del Campus FAES sobre las estrategias frente al Estado Islámico, en el que el director del Máster sobre Terrorismo de la Universidad Rey Juan Carlos, Rogelio Alonso, ha afirmado que “tenemos que incidir en el liderazgo político, en la movilización social y en la concienciación” y “aprender a ser sociedades militantes”.
“La estrategia de Estados Unidos contra el ISIS ha sido eficaz solo parcialmente”, ha señalado Orsini, que ha subrayado que “los datos nos dicen que los aviones no son suficientes”. “De septiembre de 2014 a abril de 2015 la coalición internacional ha lanzado 4.150 raids aéreos contra las posiciones del ISIS en Irak y Siria, pero el 75 por ciento de esas misiones volvieron a sus bases sin hacer ni un solo disparo”, ha comentado. “ISIS es un enemigo que se esconde contra la población y por tanto es muy difícil identificarlo. Únicamente podrá ser derrotada si llegan tropas de tierra”, ha apostillado.
En su intervención, ha llamado la atención a cerca del riesgo de que, tras una eventual derrota del ISIS, “cientos de militantes de origen europeo huyan hacia el Mediterráneo para regresar a sus ciudades”. Ciudades, ha dicho, “que el ISIS nos está ‘haciendo el favor’ de vaciar de terroristas”, en la medida que “al contrario que Al Qaeda, Al Bagdadi está interesado en importar terroristas para el califato”.
Además ha puesto en valor el papel que puede jugar Irán en la lucha contra el ISIS en el contexto de las negociaciones sobre su capacidad nuclear. “Su intervención puede ser decisiva en cuanto a que está comprometida a enviar soldados sobre el terreno”, ha subrayado.
SERVICIOS DE INTELIGENCIA
Orsini también ha apuntado que los atentados terroristas en el mundo se incrementaron un 30 por ciento de 2013 a 2014, “aunque la tendencia es que se han desplazado a Oriente Medio, África Occidental y el sudeste asiático”. “Los servicios de inteligencia de los países occidentales están funcionando”, ha asegurado Orsini, que ha explicado que “entre 2008 y 2013 solo dos de los 49 complots terroristas en territorio europeo tuvieron éxito”.
Estas acciones en territorio europeo, a su juicio, siguen “una lógica que podemos reconstruir: ‘golpeamos a aquellos que nos golpean’”. “Los países más odiados por el ISIS son los más involucrados en la lucha contra el terror global y los que intervienen más a menudo en los intereses de los países musulmanes: el Reino Unido y Francia”, ha dicho Orsini, que ha reconocido que “es brutal expresarse de esta forma, pero los terroristas nos han dicho con sus acciones que antes que Roma vienen París y Londres”.
“Decir que existe una lógica yihadista no significa que tengamos que vivir con serenidad, pero conseguir entrar en la cabeza de los terroristas nos ayuda a frenar nuestros miedos”, ha asegurado.
RADICALIZACIÓN DE IDEAS
Ambos han sido presentados por la abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Carmen Ladrón de Guevara, que ha contextualizado el problema y ha subrayado que “para que un Estado sea fuerte hay que tener ideas claras y principios sólidos contra el terrorismo”.
Rogelio Alonso ha afirmado por su parte que “uno de los factores explicativos del terrorismo es la expansión del islamismo radical”. “A veces el decisor político fija sus objetivos en la amenaza pero no aprecia la radicalización cognitiva que precede a la violenta”, ha dicho al respecto. Y ha subrayado que los idearios radicales y no democráticos “van a ser los que faciliten el salto cualitativo a la radicalización violenta” y que, aunque “se considera que las ideas no delinquen, devienen en el catalizador fundamental de que haya violencia”, lo que hace “importante incidir en este elemento como riesgo antes de que se desarrolle”.
Alonso también ha explicado que “hoy en día en nuestro país hay actores que están ayudando a esa expansión”. Así, se ha referido a asociaciones que “en vez de muro de contención, en algunas ocasiones se han convertido en correas de transmisión”, y ha destacado la necesidad de “diseñar mecanismos de respuesta” para que esto no lleve a la “materialización de la violencia”.
A su juicio, “tenemos que incidir en el liderazgo político, en la movilización social y en la concienciación, en el sentido de que esta es una amenaza que va a pervivir y debemos aprender a vivir con ella”. “Debemos aprender a ser sociedades militantes, que sepan reaccionar ante el terrorismo, que sean resistentes, que no se vean condicionadas de manera negativa tal y como pretende el terrorista y que responda de una manera que limite los efectos que el terrorismo pretende generar”, ha apostillado.
Asimismo, ha explicado que “el problema no es sólo diseñar estrategias sino aplicarlas y ahí tenemos un retraso muy significativo y un déficit muy considerable” y que existe “falta de voluntad política”. En este sentido, ha dicho que “aplicar este tipo de estrategias es complejo y requiere una visión global y coordinación”. “Como parte de la estrategia es fundamental la pedagogía, la acción comunicativa, que incluyan elementos coercitivos, persuasivos, defensivos, propagandísticos”, ha indicado.