Idioma-grey

Perspectivas Económicas 2016

Share on facebook
Share on twitter
Share on email
Share on whatsapp
Share on linkedin
  • Marín (FAES): “Sería deseable un compromiso explícito del próximo gobierno para garantizar la viabilidad y sostenibilidad de la economía”
  • Fernández (IE): “Si nos empeñamos en políticas contrarias al crecimiento y en los errores pasados podemos caer en una nueva recesión”
  • Doménech (BBVA): “Lo que determinará el crecimiento y la creación de empleo en España será la persistencia de las incertidumbres políticas”

La Fundación FAES ha celebrado una nueva edición de su Mesa de Economía, dedicada en esta ocasión a desentrañar los elementos clave, los resortes y los puntos calientes que están determinando las perspectivas económicas para 2016 y los cambios de expectativas que se producirán a lo largo del año. En el análisis han participado el economista jefe de Economías Desarrolladas del BBVA, Rafael Doménech, y el profesor de Economía de IE Business School Fernando Fernández, moderados por Miguel Marín, responsable del Área de Economía y Políticas Públicas de FAES.

Marín ha señalado al comienzo del debate que “el contexto actual se caracteriza por un pesimismo generalizado respecto a las previsiones de crecimiento, una elevada volatilidad de los mercados financieros y un nivel de incertidumbre muy alto y de naturaleza multivectorial, en el que muchos elementos complican la toma de decisiones en el terreno de la inversión, el ahorro y el consumo por parte de los agentes económicos”. 

NUEVO PARADIGMA DE CRECIMIENTO
Doménech ha afirmado que el mundo no solo no está en recesión sino que “la economía mundial crece, aunque lo hace a tasas menores que en el pasado y con más incertidumbres que en los últimos años”. “La economía española ha arrancado 2016 con una tasa de crecimiento que mantiene algunas de las inercias de finales de 2015 y que en estos momentos está relativamente por encima del 3 por ciento”, ha subrayado el economista del BBVA.

A juicio de Fernández, “el mundo va a seguir creciendo”, si bien “ese crecimiento será de una naturaleza distinta y en ese nuevo ciclo los ganadores y perdedores también lo serán”. A ese cambio de paradigma se une una situación de “pesimismo excesivo queresponde fundamentalmente a que los analistas están desorientados ante un cambio de los precios relativos derivados de la caída del precio del petróleo y de la caída del crecimiento de China”. Por todo ello, ambos economistas han valorado que “tanto para la economía mundial como para la española 2016 va a estar dominado por las dudas e incertidumbres”.

ESPAÑA: INCERTIDUMBRES POLÍTICAS
En el caso concreto de España, a parte de las dudas generalizadas, “lo que determinará el crecimiento y la creación de empleo en 2016 será la intensidad y persistencia de las incertidumbres derivadas de la situación política”, en palabras de Doménech. Para Fernández, por tanto, “lo que España requiere es un gobierno que tenga la capacidad de gobernar, de hacer política económica y de aplicar reformas estructurales de fondo”.

“La velocidad de crucero de la economía española nos llevará a crecer este año en torno al 2,5 por ciento”, ha recordado el profesor del IE. Su pronóstico es claro: “Si somos capaces de hacer las cosas bien y afrontamos los problemas estructurales, que son de sobra conocidos y están perfectamente diagnosticados, podemos crecer durante un periodo largo por encima del 3 por ciento. Si, por el contrario, nos empeñamos en adoptar políticas contrarias al crecimiento y en caer en los errores pasados podemos abortar el crecimiento y caer en una nueva recesión, y si generamos una incertidumbre demasiado larga se pueden complicar las cosas”.

En este sentido Marín ha añadido que “independientemente de cuál sea el signo del gobierno que salga de las actuales negociaciones, sería deseable un compromiso explícito, y cuánto más amplio mejor, de mantenimiento de una política económica que permita garantizar la viabilidad y la sostenibilidad de la economía española en el medio y largo plazo”. “Es lo que nos están demandando nuestros socios europeos, los mercados financieros internacionales y la propia economía española”, ha manifestado.

CONSOLIDACIÓN EN EUROPA
La Unión Europea ha sido también objeto de análisis. Para Fernández, “Europa tiene serios problemas de madurez”, en cuanto a que “a parte de los riesgos políticos conocidos, derivados del proceso de consolidación monetaria, hay una sensación de agotamiento del modelo de interés cero y liquidez excesiva que está creando más problemas de los que ha ayudado a solucionar”.

El quantitative easing impulsado por el BCE “ha generado una ventana de oportunidad, pero ha hecho difícil la resolución de problemas estructurales”, ha asegurado. Por ello, “lo importante ahora es avanzar en el proceso de consolidación del crecimiento y en resolver los problemas estructurales de Europa, que tienen que ver con avances en unión bancaria y unión fiscal, entre otros”.