El profesor del IE Business School, Fernando Fernández, y el director de Estudios de Repsol, Pedro Antonio Merino, se han dado cita para analizar las perspectivas económicas en 2021, conducidos por el responsable del área económica de la Fundación FAES, Miguel Marín. Después de un primer trimestre malo, la economía española comienza a despegar y se espera crezca en torno al 6% este año. Ello dependerá de que la campaña de vacunación siga avanzando a buen ritmo, de que se cumplan las previsiones de llegada de turistas extranjeros y de que las familias vayan liberando progresivamente el ahorro acumulado durante los meses de pandemia.
Fernández y Merino han coincidido en que si todo va bien, en 2023 podríamos recuperar los niveles de actividad prepandemia, si bien se mantienen importantes riesgos a la baja, entre ellos, el repunte evidente de la inflación, que podría poner en peligro la sostenibilidad de la recuperación económica en marcha. En este sentido, han afirmado que “parece que nos dirigimos a un entorno de inflación sistemáticamente más alta de lo que descuentan los mercados financieros, entre otras razones porque los principales motores del proceso desinflacionario (globalización y digitalización) han perdido impulso”.
Asimismo, se han mostrado preocupados porque a esos riesgos se añaden los desequilibrios estructurales que la economía española arrastra desde hace décadas, como la debilidad de las cuentas públicas, la vulnerabilidad de nuestro tejido empresarial y la mala calidad de las políticas públicas, que no se abordan con decisión en las reformas incluidas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas y que podrían limitar el potencial de la recuperación. El hecho de que los fondos europeos lleguen más tarde y en menor cantidad de lo previsto es también una mala noticia.
