_ García-Legaz: “La capacidad de acceder a la cuenca atlántica de manera privilegiada es algo que España no puede desaprovechar”
_ Piñera: “El acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos sería un paso en la dirección correcta”
_ Ha destacado el rol que puede jugar España “para que el acuerdo incluya a Latinoamérica” y por su fortaleza exportadora
El expresidente de Chile Sebastián Piñera ha afirmado en el Campus FAES que “el centro político del mundo se ha ido desplazando hacia el Pacífico, pero el Atlántico tiene mucho que decir y puede recuperar su rol predominante”. Y ha calificado el Transatlantic Trade and Investment Partnership, TTIP, el acuerdo de libre comercio que negocian la Unión Europea y Estados Unidos, como “un paso en la dirección correcta”. Por su parte, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, que ha presentado a Piñera, ha resaltado que “la capacidad de acceder a la cuenca atlántica de manera privilegiada es algo que España no puede desaprovechar”.
Piñera se ha referido en su intervención a la conveniencia de refundar el vínculo atlántico fortaleciendo la apertura económica entre los países de la cuenca. “El renacimiento de la cuenca del atlántico y la creación de un área de libre comercio es de especial importancia para Europa, EE.UU y el mundo entero”, ha resumido el expresidente chileno, para quien “es destacado el rol que puede jugar España para que el acuerdo incluya a Latinoamérica” y por su fortaleza en términos exportadores.
En sus palabras, “una de las motivaciones principales del acuerdo es recuperar la capacidad de crecimiento de Europa y Estados Unidos”, precisamente cuando “este año, por primera vez, el PIB del mundo emergente ha superado al del mundo desarrollado, y más del 90 por ciento del crecimiento de la economía mundial viene de los países emergentes”. “Esto demuestra que estamos viviendo un mundo nuevo y tremendamente cambiable”, ha asegurado, en el que “la economía global va a estar cada día más integrada”.
Ha alertado, no obstante, de las dificultades para alcanzar el acuerdo por cuestiones como el miedo a la bajada de estándares de calidad, la excepción cultural francesa o la gestión de la bonanza energética que vive Estados Unidos. Además, ha considerado, “la nueva composición del Parlamento Europeo será menos favorable al acuerdo”.
Por ello ha apremiado a acelerar las conversaciones. “Las negociaciones de libre comercio no son como el vino. Parten con gran entusiasmo y con el tiempo van empeorando, porque poco a poco se van imponiendo los intereses particulares y se pierde el norte del objetivo global, que es abrir el comercio”, ha apuntado. Piñera ha insistido en que “más allá de las dificultades sería un gran avance y un gran logro para el mundo entero”, ya que “que dos áreas que han compartido tanto no hayan logrado un acuerdo de libre comercio es algo muy difícil de comprender”.
PREOCUPACIÓN POR VENEZUELA
Piñera también ha hecho una breve reflexión sobre Venezuela, tema de la anterior mesa redonda del Campus FAES. En este sentido ha afirmado que “Venezuela tiene un grave problema con la democracia, las libertades y los derechos humanos, y la defensa de todo ello no conoce fronteras”. “Este no es un tema solo de Venezuela, sino que debe preocupar a toda la comunidad internacional”, ha señalado.
El expresidente chileno ha aplicado al modelo venezolano lo que ha llamado un ‘test de democracia’, al preguntarse si hay en Venezuela independencia de poderes, sistemas judiciales garantistas, libertad de asociación, trato respetuoso a la oposición, respeto a los derechos humanos y seguridad. “La respuesta claramente indica que en Venezuela están en grave compromiso la democracia y las libertades”, ha concluido.
La intervención de Piñera ha sido presentada por el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, que ha resaltado que “la capacidad de acceder a la cuenca atlántica de manera privilegiada es algo que España no puede desaprovechar”. Ha recordado además que “Chile fue uno de los pioneros en el discurso librecambista cuando en América Latina se apostaba por todo lo contrario”, y ha reconocido su impulso a la Alianza del Pacífico y al Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico, acuerdos que “al abrir oportunidades obligan a los demás a mover ficha”, ha apuntado.