Sánchez como gacela feroz
Los ejes del talante, del buenismo, del zapaterismo, del sanchismo, o como se prefiera llamar a lo que vino después del socialismo constitucionalista, se han roto.
Que el Sánchez conocido debe desaparecer de la vida pública es opinión compartida por todos, a izquierda y a derecha, incluido el propio Sánchez, que se ha puesto a la tarea de hacerse desaparecer como realidad y reinventarse como avatar.
Sánchez ya ha comenzado a hablar de sí mismo en tercera persona, como indicador de su voluntad de forzar una versión nueva del “señor Sánchez” frente al “señor Feijóo”, lo que significa inventarse también a un nuevo señor Feijóo a gusto del nuevo señor Sánchez.
Sánchez-gacela sabe, y lo repite infatigablemente, que la sociedad internacional, destacadamente la europea, es una sociedad basada en reglas. Y aunque Sánchez-tigre se haya dedicado a ignorar o a liquidar cualquier posibilidad de una sociedad española basada en reglas, sabe, que no es posible pretender un Gobierno nacional sin reglas en una sociedad europea basada en reglas.
Miguel Ángel Quintanilla Navarro es diputado del Partido Popular en la XIV legislatura. Candidato por Madrid