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Se hace camino al andar

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Jan Krzysztof Bielecki: “Durante casi 10 años se ignoró por completo todo el espectro del riesgo. A muchos les parecía que los países, que en el pasado habían luchado en contra de los círculos viciosos del auge y colapso, de los sobre-préstamos e impago, finalmente habían escapado a su destino. Que, gracias al ancla de estabilidad proporcionada por el euro, se cumpliría el ‘esta vez será diferente’. Grecia ha estado el 50% del tiempo en situación de impago o reestructurándose”

“Para ser justos, la ‘exuberancia irracional’ de la gran moderación no se limitaba exclusivamente a la Eurozona: Estados Unidos, que ya atravesaba déficits gemelos, siguió tomando prestado a un ritmo nunca visto en el pasado. El Reino Unido permitió que el auge de la industria financiera y de la vivienda se le escapara de las manos también, lo que condujo a una situación en la que el 58% de la economía del Reino Unido depende de los préstamos privados o del gasto público”

“El ciclo económico volvió más fortalecido que nunca y empujó al mundo a la mayor recesión desde la temida recesión de los años 30”

“A medida que la crisis destapaba las debilidades perennes del sistema financiero, la ceguera moral de las fuerzas de mercado y los defectos del gobierno económico del mundo occidental, también hizo trizas la ilusión principal de la gran moderación: que la política había dejado de importar”

“La segunda razón es la desconexión entre la gente y la clase política. Los líderes políticos deben encontrar la forma de explicar a sus ciudadanos que los tiempos de paz y prosperidad ya no se pueden dar por sentado. Es fundamental crear un nuevo contrato político, pero para poder hacerlo se necesita menos negación a más auto-concienciación por parte de la gente y sus élites. En una democracia, no es posible reformar sin un mandato popular”

“La disputa sobre el futuro del euro y qué hacer con Grecia es donde desembocará todo esto. La impaciencia alemana con los griegos y la presión sobre el ‘sur’ para que acepten la visión alemana de cómo se debería gobernar la Eurozona está dando una nueva dimensión a la política europea. Algunos creen que Alemania está tan harta de Europa que, como Estados Unidos, podría llegar a pensar seriamente en la posibilidad de enfrentarse sola a los desafíos globales”

“Apoyar a Grecia es, a fin de cuentas, una necesidad política a pesar del riesgo moral que involucra. Pero esto sitúa una enorme responsabilidad en el otro lado. Grecia y otros miembros más débiles de la Eurozona deben darse cuenta de que el riesgo moral es, en última instancia, su responsabilidad. Desde luego, la UE gobernará más eficientemente, habrá más presión de los pares y más mecanismos de palo y zanahoria para presionar para que se hagan reformas”