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Seis claves para entender lo ocurrido ayer en Chile

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Después del rechazo en septiembre pasado a la propuesta elaborada por la Convención, los partidos políticos acordaron un segundo proceso que involucra distintas etapas y órganos. Ayer se eligió al nuevo Consejo que quedará integrado por 51 miembros, cuyas normas deberán ser aprobadas por 3/5 de sus integrantes, y que será el encargado final de elaborar la propuesta que será plebiscitada en diciembre (originalmente tenía 50, pero los representantes de pueblos indígenas lograron ganar un escaño)

  • Derrota aplastante para el Gobierno del presidente Boric. En una votación con altísima participación y voto obligatorio, la coalición de Gobierno obtuvo el 28,59% de los sufragios, eligiendo sólo 17 de los integrantes del nuevo órgano constitucional. El Gobierno es el gran perdedor y el principal responsable de su fracaso electoral. La gente rechaza su gestión, no los quiere ocupando nuevos cargos, y no olvida que con el texto que escribieron a su antojo hicieron que Chile, el año pasado, se asomara al abismo. Ayer, por segunda vez en menos de un año, Chile votó contra Gabriel Boric y su coalición.
  • La derecha, en su conjunto, acaba de obtener un triunfo histórico que la deja en una inmejorable posición frente a una izquierda refundacional, que ha dicho una y otra vez que no abandonará sus convicciones. Chile Vamos y Republicanos llegan casi al 57% de los votos y eligen 33 consejeros. Es decir, tienen más de 3/5 y el control del nuevo órgano.
  • Chile Vamos, que agrupa a los partidos tradicionales de centroderecha (UDI, RN y Evópoli), fue derrotado ampliamente por el Partido Republicano. Republicanos eligió 22 consejeros y Chile vamos 11 entre los tres partidos. Es decir, el Partido Republicano tiene 2/5 del Consejo, lo que le permite vetar cualquier norma. Las directivas deberán hacer un profundo análisis para entender cómo han dejado ir a su electorado tradicional que hoy lo conquistó un partido con nítido perfil opositor que se les ubicó a su derecha, y que fue el único que no suscribió el acuerdo político para este nuevo proceso constitucional. Con los resultados de ayer, seguir diciendo que la diferencia está en que Chile Vamos tiene “vocación de mayoría” no funciona cuando eres la minoría.
  • La Centroizquierda desapareció del horizonte mental de los chilenos. El Partido por la Democracia (del expresidente Ricardo Lagos) y la Democracia Cristiana, no eligieron ningún integrante del nuevo Consejo. Eso pasa cuando se diluye la identidad por completo.
  • “Cerrar este proceso constitucional” es la frase que se repite desde hace meses como un verdadero mantra. Pero eso no depende de la derecha, que a estas alturas parece ser la única interesada en cerrarlo. Los consejeros republicanos y de Chile Vamos estarán siempre abiertos al diálogo. Ahí no estará el problema en la etapa que se inicia. El nudo radica en esa izquierda refundacional representada en el Consejo, con la que hay diferencias sustanciales. No puede hacerse un texto que deje contento a los que no creen en la democracia liberal y a los que sí creen en ella. A los que no creen en el control del poder político, en la libertad individual, en el emprendimiento privado, en la unidad de nuestra nación y a los que sí creen en ello. A los que validan la violencia como forma de acción política y a los que no.
  • No parece posible hoy un texto que pueda ser aprobado al mismo tiempo por la coalición de Gobierno y por el Partido Republicano. Por tanto, es esencial entender que éxito implica elaborar una Constitución que sea aprobada por una mayoría ciudadana contundente en diciembre y no una que satisfaga a los 17 consejeros de Apruebo Dignidad.

Marcela Cubillos S. es abogada, exministra y exconvencional