Se pueden aventurar, con bastante fundamento, tres conclusiones del despropósito al que estamos asistiendo después de que Pedro Sánchez hiciera pública su “Carta a la ciudadanía”.
Cualquiera puede imaginar un país amagado por tensiones secesionistas. En esa Ruritania hipotética, pongamos, tienen lugar unas elecciones en uno de los territorios “tensionados”.