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Un nuevo relato para Europa

Navacerrada (Madrid), 04.07.12.- El curso de política internacional del Campus FAES 2012 ha finalizado hoy jueves, 4 de julio, con el diálogo ‘Un nuevo relato para Europa’, en el que han participado el director del Centro Jean Monnet de Estudios Europeos e Internacionales de la Universidad de Nueva York, Joseph Weiler, y el presidente de Analistas Socio-Políticos, Víctor Pérez-Díaz. La encargada de moderar ha sido la exministra de Asuntos Exteriores y miembro del Consejo de Estado, Ana Palacio.

Durante su intervención, Joseph Weiler ha destacado que “la Unión Europea ha sufrido un fracaso institucional, ya que el Parlamento Europeo ha resultado ser un actor irrelevante en la vida política europea, la Comisión se ha convertido en una secretaría muy eficiente para lo que los otros deciden hacer, y el Consejo se ha dedicado a sellar lo que ‘Merkozy’ había decidido previamente”. “El otro día Monti y Rajoy protagonizaron la excepción que demuestra la regla”, ha añadido al respecto.

REPRESENTACIÓN Y RESPONSABILIDAD
En su opinión, la Unión Europea ha fallado también en otros sentidos. En primer lugar, Weiler ha hecho referencia al “principio de la representación, que en el caso de Europa es una propuesta empírica”. A su juicio, “no importa si hay mayoría de centro derecha o de centro izquierda, ya que no se traduce en los resultados de las políticas y la preferencia de los votantes no se traduce en acciones”. Asimismo ha señalado que ha fallado el “principio de la responsabilidad, ya que en Europa no tenemos un Gobierno y, por tanto, no podemos echar a los que no nos gustan: podemos tener gobernanza sin Gobierno, lo que constituye un defecto de diseño”. En esta línea ha alertado de que “no hay responsabilidad política y nadie ha pagado ningún precio político por fallar en muchas ocasiones, como en el tratado de Lisboa o con el euro”.

El director del Centro Jean Monnet de Estudios Europeos e Institucionales ha considerado además que “en este momento Europa tiene cero legitimidad, más necesaria que nunca en tiempos de crisis porque tiene que llevar a cabo medidas que no son populares”. En este sentido ha dicho que “no cumple con ninguna de las tres fuentes de la legitimidad: la del proceso, que hace que si actuamos democráticamente hagamos las cosas en su nombre; la de los resultados, que hace que en el caso de que no haya legitimidad en el proceso hagamos las cosas en nombre de los mismos; y la del sueño del futuro, en la que estamos dispuestos a hacer sacrificios porque hay un objetivo y se nos ofrece algo nuevo tras ellos”.

FRACASO DE LA CIUDADANÍA EUROPEA
Weiler, ha dado asimismo importancia al “fracaso humano y espiritual que ha supuesto el de la ciudadanía europea”. “Este proyecto ha fallado por muchos motivos, entre ellos porque la cláusula de ciudadanía dice que los ciudadanos europeos tienen que disfrutar de ciertos derechos, pero en la lista no hay un solo deber ni de lealtad, ni de solidaridad. La ciudadanía europea no ha enseñado a la gente lo que tiene que aportar, y no solo se puede tomar”, ha lamentado.

Por último, el también profesor visitante del Colegio de Europa ha reflexionado que “la crisis nos puede servir como un espejo para mirarnos como ciudadanos y ver que hemos perdido el espíritu como republicanos”, consistente en reconocer y “sentir que la Unión Europea nos pertenece, y no que el pueblo pertenece a ella”.

TRASFONDO SOCIOCULTURAL
Por su parte el sociólogo Víctor Pérez-Díaz ha considerado que el relato de Europa es “el relato de una crisis de gobernanza económica y de un trasfondo sociocultural complejo que no se sabe como va a terminar”. En este sentido, ha destacado que existen dos posibilidades, “un descarrilamiento en un par de años o la alternativa de construir de la variedad y de la diversidad una unidad, como en EE.UU., a través de un proceso de aprendizaje mutuo”.

Pérez-Díaz ha asegurado también que “estamos interiorizando penosamente una construcción Europa como no habíamos tenido”. Hasta ahora “no habíamos prestado atención a lo que se estaba contando y diciendo en Europa” y “gracias a la crisis se ha mejorado en términos de construir un espacio público europeo”.

Por último, el sociólogo ha considerado que esta “es la oportunidad de construir un capital de confianza política en Europa que ahora no existe”. “La reconversión de una diversidad imposible en una diversidad corregida mediante un proceso de correcciones mutuas aceptadas tiene que abocar al ‘nosotros’, pues sin él no tendremos motivación suficiente para seguir con el proyecto europeo”, ha concluido.

Asimismo, la exministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio ha destacado que “detrás de la crisis económica vemos una crisis existencial, la necesidad de replantearse el porqué de la constitución europea”. En este sentido, ha añadido que “hay que repolitizar este proceso de construcción y buscar su legitimidad, que de origen era claramente política, pero que ahora se estructura en base a la funcionalidad y a la prosperidad”, ha señalado.