_ Tampoco “reconocen la separación de las instituciones” porque “hay una única fuente de poder: el pueblo”
_ “Los populistas manipulan las elecciones y después utilizan el éxito” para darse legitimidad a pesar de posibles comportamientos deplorables
_ “No se puede eliminar el populismo porque es parte integral de las democracias contemporáneas”
El profesor emérito de Ciencia Política de la Universidad de Bolonia, Gianfranco Pasquino, ha participado hoy en el curso de Política del Campus FAES, donde ha afirmado que “los populistas no tienen ni reconocen ningún límite al ejercicio de su poder”. En este sentido, ha señalado que “los populistas no reconocen la separación de las instituciones y de los poderes” porque “hay una única fuente de poder: el pueblo”.
“Para los populistas, la legitimación no puede venir sino del pueblo, de los votos” ha dicho Pasquino, que ha añadido que “sabemos que los líderes populistas manipulan las elecciones y después utilizan el éxito diciendo que lo que el poder judicial hace no es legítimo, porque no puede procesar a un líder que ha ganado las elecciones; que lo que el Parlamento hace, tampoco, porque es viejo y no está legitimado por las elecciones; y que ninguna corte constitucional puede declarar ilegítimo el poder de un populista que ha ganado las elecciones”. “Si el líder populista tiene comportamientos deplorables pero gana votos es legítimo”, es decir, “cuando tienen el poder lo ejercen sin límites”, ha apostillado.
PARTE DE LA DEMOCRACIA
Durante su intervención ‘Populismo e instituciones’,ha asegurado que “el populismo es una experiencia de muchas diferencias y con muchos elementos comunes” en función del país en el que surja. También ha dicho que “no se puede eliminar” porque es “parte integral de las democracias” y que, no obstante, “debemos continuar criticándolos para fortalecer las democracias contemporáneas”.
Además, Pasquino se ha referido al estilo de comunicación populista, que intenta eliminar todas la mediaciones entre el líder y el pueblo”. A su juicio, esto convierte a los periodistas en enemigos del pueblo y, por tanto, de los populistas, tradicionalmente en contra también de “todos los que tienen poder institucional, económico o financiero”, intelectuales, extranjeros y judíos. En este contexto, indica que para el populista “han de ser eliminados todos los obstáculos a la comunicación del líder, lo que va en contra de todas las concepciones de democracia”. “El populismo no quiere construir asociaciones –a través de las que se construye la democracia- sino destruirlas”, ha precisado.
CONTEXTOS PRECISOS
Pasquino ha sido presentado por el profesor de Ciencia Política de la Universidad Carlos III Jorge del Palacio, que ha puesto en valor la contribución de la tradición italiana a la ciencia política contemporánea. “En Italia germinan términos como ‘partitocracia’, y ha sido avanzadilla de fenómenos como la implosión de los partidos tradicionales, la antipolítica y, recientemente, el populismo”, ha recordado. En este sentido, Pasquino ha indicado que “los líderes populistas aparecen en contextos precisos”, marcados por “la movilización, instituciones no lo suficientemente sólidas y partidos débiles”.
Por último, ha explicado que, aunque “el populismo es un peligro”, también “produce consecuencias dentro de los partidos tradicionales, que cambian”. Además, ha dicho que “en general no existen populistas que ganen elecciones generales”. No obstante, sí ha subrayado el “peligro populista” de que se contagie la petición de “aumentar la legitimación de las instituciones europeas a través de la elección directa del jefe de Europa”, ya que el continente tiene “instituciones bastante fuertes” que no tienen un problema de legitimidad sino de política. “Debemos combinar la necesidad de las instituciones europeas con el peligro que parece que producen los líderes populistas”, ha aseverado al respecto.