El Área Atlántica de Prosperidad abierta que proponemos en este estudio eliminaría los actuales obstáculos al comercio y la inversión en la economía transatlántica e impulsaría la creación de riqueza para toda la humanidad.

Esta Área Atlántica de Prosperidad no ha sido concebida como una zona de libre comercio tradicional sino como un acuerdo “OMC-plus” que permita avanzar hacia el comercio libre mundial. Se eliminarían las barreras que obstaculizan el comercio y la inversión entre la Unión Europea y los Estados Unidos de América, tales como el trato discriminatorio en la contratación pública, las políticas “antidumping”, las cláusulas de salvaguardia, las subvenciones públicas, los diferentes estándares, la regulación proteccionista en materia de defensa del consumidor y del medio ambiente, y las decisiones discriminatorias de los tribunales, para materializar así una plena integración económica atlántica.

El Área Atlántica de Prosperidad debe ser un club abierto. La novedosa fórmula de aplicación de la cláusula Nación Más Favorecida propuesta se traduce en un acceso abierto al Área de cualquier país tercero que quiera ser socio, si acepta cumplir las condiciones aceptadas por los socios atlánticos y está en disposición de cumplirlas, lo que equivale de facto a una oferta “super-Doha” para el resto del mundo. Los socios de NAFTA, del Espacio Económico Europeo y muchas otras naciones latinoamericanas, que comparten la democracia y valores comunes con la UE y los EE.UU., serían socios naturales del Área Atlántica de Prosperidad.

Proponemos, además, dar a esta Área Atlántica de Prosperidad una dimensión multilateral, congeniando los programas de EE.UU. y la UE para los países menos desarrollados en una Agenda Multilateral de Desarrollo única, y poner en práctica políticas de ayuda al desarrollo más eficaces, sobre todo a través de un aumento del comercio internacional. El Área Atlántica de Prosperidad daría así un nuevo impulso a la lucha contra la pobreza.

El Área Atlántica de Prosperidad reportaría ganancias sustanciales y permanentes de bienestar tanto a los ciudadanos de la UE y de los EE.UU. como al resto del mundo, incluso antes de que se una cualquier otra nación. Se generaría mayor crecimiento económico y más y mejor empleo, sobre todo en Europa, que tanto necesita nuevo impulso económico y mayor dinamismo.

Este estudio ha sido financiado por la Fundación FAES, think tank español que trabaja en apoyo de los mercados libres y de la libertad individual. La Fundación FAES está presidida por José María Aznar, Presidente del Gobierno de España de 1996 a 2004.