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Putin y los ayatolás

Anotaciones 11

Mientras el alineamiento de China con Rusia se desdibuja y la India por boca de su primer ministro ya le dejó dicho a Putin que no es tiempo de guerras, la alianza entre Moscú y el régimen de los ayatolás iraníes se estrecha. Irán y Rusia unen esfuerzos para eludir las sanciones, buscan reforzar a sus satélites –como es el caso de la Venezuela de Maduro– e impulsan la desinformación. Moscú y Teherán se apoyan mutuamente para mitigar su aislamiento internacional. Al hacerlo, Putin pone de manifiesto su debilidad, que le obliga a depender de Irán como suministrador de equipo militar de tecnología media y alta. Los ayatolás, por su parte, se reafirman en sus propósitos de desestabilización global y no circunscrita al ámbito regional de Oriente Medio. Su gran instrumento, la Guardia Revolucionaria, domina la economía iraní, la producción armamentística y su control sobre Siria y Líbano. La Guardia Revolucionaria es el verdadero Estado en Irán, la responsable de la represión interna y de la estrategia terrorista en el exterior. Israel ha destruido una instalación militar iraní en Isfahán relacionada con la fabricación de drones. Los gobiernos europeos deben atender la reciente resolución del Parlamento Europeo e incluir a la Guardia Revolucionaria en la lista de organizaciones terroristas de la UE. Y, de paso, tomar buena nota y medidas ante la emergencia de Irán como amenaza global.