El banquete de las consecuencias
Está bien que el PSOE haya celebrado el arranque de la XV Legislatura con un “mitin-fiesta” en Madrid y reunido en él a los presidentes Sánchez y Zapatero.
Está bien que el PSOE haya celebrado el arranque de la XV Legislatura con un “mitin-fiesta” en Madrid y reunido en él a los presidentes Sánchez y Zapatero.
Estamos ante una guerra por la civilización y da la impresión de que Sánchez no ha sido capaz de posicionarse claramente en el lado correcto de la historia.
El resultado de las elecciones de Argentina del 22 de octubre fue inesperado.
La digitalización y el acelerado progreso de las nuevas tecnologías están transformando todas las esferas de nuestra realidad económica y social con una velocidad inusitada.
El pacto entre el Partido Socialista y Junts causaría estupor si no fuera porque la ambición destructiva de Pedro Sánchez y la degradación acelerada a la que ha arrastrado a su partido hayan hecho verosímil cualquier locura como la suscrita en Bruselas.
Las elecciones territoriales del pasado 29 de octubre representan una contundente derrota al presidente y su proyecto político.
Sorprende que, en este iliberalismo que corrompe la democracia, la humillación sea interpretada como una victoria, la impunidad se asocie a la gobernabilidad y la amnistía se relacione directamente con la convivencia y el reencuentro.
Un conjunto de propuestas que de cumplirse lastrarán la competitividad, el mercado de trabajo y en general la evolución de una economía cuyas perspectivas no son nada halagüeñas.