La rusofilia y la rusofobia de Carles Puigdemont
Una rusofilia y un antieuropeísmo que, con la invasión de Ucrania, se transforman, de repente, en rusofobia y proeuropeísmo. ¿Una rusofobia y proeuropeísmo sobrevenidos y oportunistas?
Una rusofilia y un antieuropeísmo que, con la invasión de Ucrania, se transforman, de repente, en rusofobia y proeuropeísmo. ¿Una rusofobia y proeuropeísmo sobrevenidos y oportunistas?
Juan Pablo Cardenal ha clausurado el Proyecto FAES ‘China y la rivalidad entre las grandes potencias en América Latina: repercusiones para España’.
Cuando un país tiene dos reivindicaciones territoriales que te afectan, pensar que cediendo en una alivias la presión sobre la otra, es un error histórico. Justamente ocurre lo contrario.
Solo desde la ignorancia, el delirio o el engaño se puede afirmar que el acuerdo secreto de Sánchez con Mohamed VI “beneficiará” a Argelia y al pueblo del Sahara Occidental. Pero tampoco beneficiará a España.
El Palacio Real de Marruecos era el primero en hacer saber a los españoles que nuestro Gobierno ha decidido suscribir la posición y las pretensiones de Rabat en el conflicto del Sáhara.
El nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric, no ha tardado en cumplir con lo que parece haberse convertido en un ritual obligado de la nueva y viejísima izquierda populista iberoamericana: agraviar al Rey de España.
Josep Piqué, Javier Zarzalejos, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu y Felipe Sahagún, moderados por Antxon Sarasqueta.
Lo que realmente hay es la pretensión de erosionar el principio de autonomía financiera que preside nuestro sistema de financiación autonómica.